Los judiciales cordobeses vienen realizando elecciones de delegados en los diferentes fueros y edificios de la capital. La Comisión Directiva, a través de su secretario gremial, ha organizado las elecciones de delegados de manera escalonada. Por otro lado, en las últimas elecciones del fuero penal, en Tribunales II, realizaron una subdivisión mayor, por pisos y oficinas, para garantizar el ingreso de sus candidatos.

La verdadera novedad, la bocanada de aire fresco, es la nueva agrupación: La Judicial. Se consolidó luego de la finalización de la lucha del primer semestre como la principal fuerza opositora al oficialismo de Federico Cortelletti.

En los edificios en los que presentó candidatos, fueron los primeros en el número de votos. Así sucedió en el fuero laboral, en las fiscalías de instrucción de la capital y en la defensorías públicas penales el viernes 28 de noviembre.

Lo destacable es que La Judicial se plantea como una agrupación independiente de la patronal: el gobierno provincial y el Tribunal Superior de Justicia. Es una circunstancia que la opone por el vértice a la actual conducción del sindicato, que tiene lazos directos con el llaryorismo.

La experiencia de La Judicial es sintomática para todo el movimiento obrero, pese a quien le pese. Es un modelo a seguir y a analizar en profundidad para sacar las mejores lecciones. Una agrupación que nace de una gran lucha, de una autoconvocatoria, que organizó a los referentes independientes en base al pliego de reclamos de las bases judiciales, que realizó 14 paros con un solo descuento. Impulsaron desde abajo la lucha. Ahora, disputan el poder en los cuerpos de delegados con un gran apoyo de sus compañeros y compañeras. Con escasos meses de vida, La Judicial posee ya seis delegados que comenzarán a accionar, organizar y a luchar por los derechos de los empleados en los edificios judiciales.

Por otro lado, los candidatos a delegados por el otro frente opositor –Alternativa 16N- también obtuvieron triunfos.

Ahora, los judiciales tienen una serie de desafíos. El cuerpo de delegados cambia su composición, pero aún existe una mayoría oficialista. La Judicial y la oposición de A16N deberán trabajar en frente único para poder imponer las campañas y acciones a la Comisión Directiva.

La realidad que vive el gremio de los judiciales es un hito para el movimiento obrero. Demuestra que es posible cambiar la composición y la dirección de un gremio de manera independiente, a partir de la lucha y la organización.

En el gremio de judiciales ha comenzado un proceso que puede derivar en un cambio de dirección. La recomposición salarial, la infraestructura, la carrera judicial y todos los reclamos judiciales pueden lograrse. La historia de los próximos años demostrará si la oposición puede unificarse y vencer al oficialismo.

Por ahora, la tendencia que se observa en las elecciones expresa la esperanza de la mayoría de las bases de todo el poder judicial de que así sea.

La lucha de los judiciales continúa

La burocracia de confluencia ha tenido que reflotar el plan de lucha por la presión de las bases y de La Judicial. Las campañas en las redes y la juntada de firmas (por la derogación de los aportes extraordinarios, por un bono extraordinario) han hecho reaccionar a la Comisión Directiva, ante la movilización de la planta.

Mientras tanto, los techos de los edificios se caen sobre los empleados, existen invasiones de ratas y gran parte de los judiciales cobra bajo la línea de la pobreza.

El secretario general Federico Cortelletti es triunviro de la CGT provincial. Pero la Federación no interviene de manera decidida, ni en la gran lucha de principio de año, ni en la actual lucha por la derogación de los Aportes Extraordinarios a La Caja De Jubilaciones y al Apross. Negocian con el Ejecutivo, con el TSJ, con las patronales. Y han ninguneado el planteo del bono.

La pregunta surge patente: ¿Qué espera Cortelletti para convocar a un paro general de los estatales y una movilización a la Casa de Gobierno con todos los sindicatos afectados por estos descuentos desproporcionados?

Por ahora, en el ámbito judicial, solo hizo una ronda de asambleas y una movilización con los cuerpos orgánicos de manera conjunta con La Bancaria, Suoem, Luz y Fuerza, y tuvo que convocar al secretario general de Uepc provincial – Roberto Cristalli- cuando Uepc Capital convocó a sus delegados con la mayor columna de la jornada.

Este 9 de diciembre, las centrales de las CTAs y la CGT convocaron a una movilización a la Legislatura (“para pedirle a los legisladores que voten en contra la reforma laboral"); una impostura. Es la misma CGT que negocia la reforma, y el cordobesismo, que la viene aplicando de facto con contrataciones basura, el no pase a planta, los salarios de miseria y el pluriempleo. Pero AGEPJ (Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial) tuvo que dictar un abandono de tareas y paro desde las 09:30 horas. La Judicial prepara la jornada con un mensaje claro: la movilización es por el salario, por la derogación de los aportes, por el bono y por un plan de lucha más profundo para ganar.

La lucha llevó al gremio judicial a conseguir un acuerdo por arriba de la pauta nacional, quebró la intransigencia del gobierno en la política de ajuste, le impusieron la asamblea, la huelga y la movilización a la burocracia, se organizaron con independencia, realizaron campañas por los reclamos de las bases; ahora, ganan las elecciones y se observa en las fotografías la fraternidad de sus miembros. Una nueva dirección crece en judiciales. Tomemos nota, sigamos el proceso.

Todo el apoyo a los judiciales en su lucha por el salario, las condiciones de trabajo, y la recuperación de los sindicatos.

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