En una “cumbre” del Frente de Todos con una fuerte presencia kirchnerista, se hizo público el​ apoyo al cambio de​ “figura jurídica”​ del Astillero Río Santiago para convertirlo en una sociedad anónima, confirmando que se trata de una política de estado que baja directo desde la gobernación de Axel Kicillof.

Del cónclave privatizador participaron los intendentes cristinistas de Ensenada y Berisso,​ la camporista Florencia Saintout que aspira a enfrentar al macrista Garro en La Plata, el senador provincial Omar Plaini, un hombre de la burocracia sindical, y distintos concejales​ del oficialismo que salieron a bancar a Pedro Wasiekjo,​ integrante del Frente Grande, partido de Mario Secco.

Para que no queden dudas , los concurrentes firmaron una Carta de adhesión a la “reactivación del Astillero” en franco apoyo a Wasiejko que preside el Astillero. La voz cantante de este fraude la llevó adelante​ el intendente de Ensenada, Secco, que reivindicó el aval de Ate Ensenada a una​ Sociedad Anónima​ para el ARS, y por lo tanto a la injerencia directa del capital privado. Un viejo proyecto que fracasó en el 2004​ por la lucha y oposición​ férrea de los trabajadores, que lo denunciaron como un paso hacia la privatización.

El cheque en blanco a Wasiejko deschavó el verso de la “sociedad de estado” que sostiene la burocracia de Ate Ensenada con el concurso del lábil PCR. Sociedad de estado y Sociedad anónima son dos caras de la misma moneda. La “salida parcial” de la Zona Franca, anunciada por el presidente del Astillero Río Santiago,​ convalida su continuidad en el marco de la Sociedad Anónima.

La Sociedad Anónima​ , que pretenden imponer Wasiejko y sus cómplices ,​ dinamita al Astillero como en tiempos de Vidal y Macri. Avalar el pasaje de una empresa estatal a una sociedad anónima, y calificar este curso privatizador como reactivador es una concesión enorme a la derecha y a los capitalistas que vaciaron al ARS en beneficio de los astilleros privados, y bajo el amparo de los distintos gobiernos.

Para Wasiejko,​ el ARS no es competitivo porque no puede endeudarse en el exterior. La autonomía que se invoca es funcional a esta sujeción al capital y los astilleros privados. El funcionario de Yasky acusa a los trabajadores​ del ARS de ser los responsables de “un gran ausentismo”. Está claro que la sociedad anónima viene con el ataque al convenio colectivo bajo el brazo.

Las burocracias de la Cta y de Ate Ensenada pasaron de la integración al gobierno de Kicillof al verdugueo patronal y cabeza de la ofensiva privatizadora. La unanimidad del elenco “nacional y popular” y de los jerarcas sindicales entreguistas contrasta con el repudio, cada vez más grande, en la fábrica.

Tribuna Estatal, integrante de la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero, denunció​ desde el primer momento este golpe contra el Astillero. Ni sociedad anónima ni sociedad de estado. Reactivación del ARS y plan productivo bajo control de los trabajadores. Ni un sólo despido. Aumento salarial.

La respuesta obrera tiene que hacerse sentir con asambleas y una fuerte movilización a la Gobernación en defensa del Astillero, por trabajo y aumento salarial.​ La historia del Astillero, y la lucha le doblarán​ el brazo a los privatizadores. El rechazo a la privatización es una causa popular.