Sindicales

18/8/2021

Provincia de Buenos Aires

Kicillof patea para adelante las paritarias de los estatales bonaerenses

A pedido de los bonistas y con el visto bueno de la burocracia.

Como era previsible, la “paritaria” estatal de la provincia de Buenos Aires también pasó a cuarto intermedio hasta dentro de diez días. En 96 horas, el jefe de gabinete de Kicillof, Carlos Bianco, despachó a la burocracia del Frente de Unidad Docente Bonaerense primero, y, después, a las burocracias estatales de Ate, Upcn, y Salud Pública. En ambos casos, los “encuentros” por zoom concluyeron sin oferta salarial, a pesar del 29% de inflación en los primeros siete meses del año, y con un lacónico “nos vemos más adelante”.

El desplante no les impidió a los Baradel y a los De Isasi saludar la “voluntad” del gobierno “amigo de los trabajadores”. El secretario general del SUTEBA Provincia lo hizo explícitamente en el plenario de secretarios generales del sindicato.

Mientras la conducción de Ate hacía de partenaire de la “paritaria” que no fue, la Junta Interna de Ate Educación y la oposición antiburocrática realizaban una radio abierta para denunciar la (in) conducta de la dirección verde de Ate que pacta con Kicillof el alargue de la jornada de trabajo y entrega el reclamo salarial. Los “cuartos intermedios” fueron el prolegómeno del decretazo del gobernador, que presentó en julio el adelanto de parte de la cuota de setiembre como si fuese un “aumento” pateando la reapertura de las paritarias para fines de agosto. No obstante, sí hubo reunión presencial como acto de campaña electoral y las burocracias decoraron la foto en el “salón de los acuerdos” de la Gobernación.

La “discusión paritaria” tiene a las burocracias estatales y docentes como meros firmantes de un guion ajustador. Así fue en marzo cuando acordaron con Kicillof el pago en cuotas del aumento, convalidando el 29% mentiroso de inflación anual fijado en el presupuesto provincial. La dibujada pauta salarial del 29% le sirvió a las burocracias para impostar un porcentaje de aumento por encima de la inflación. Claro está, partiendo de salarios que están por debajo de la canasta básica de 67.000 pesos. Ahora también esperan otro dibujo “para ganarle a la inflación” manteniendo a la masa de estatales y docentes por debajo de la línea de pobreza.

El ajuste salarial es una garantía de pago a los acreedores de la fraudulenta y usurera deuda externa bonaerense, que Kicillof no logra terminar de cerrar para zafar del default. Las mismas burocracias kirchneristas que convalidan el pago de este saqueo son las que entregan el salario de los trabajadores al gobierno del Frente de Todos. Las postergaciones cantadas son parte de una simulación mutua para transitar las vísperas de las Paso, y, de ser posible, las elecciones de setiembre, sin agitar el avispero. Confirmando lo que denunciamos en Prensa Obrera, las burocracias sindicales están más integradas que nunca al gobierno provincial, a pesar de que fueron ninguneadas en la confección de las listas del Frente de Todos.

La defensa del salario y las jubilaciones compete por entero al sindicalismo combativo para que la “reapertura de las paritarias” no termine con otro decretazo. La elección de los paritarios en asamblea y con mandato de las bases es la forma efectiva de romper la integración de las burocracias. Para el activismo y las agrupaciones antiburocráticas se trata de reforzar la organización independiente de los trabajadores impulsando asambleas y reuniones de delegados por un salario igual a la canasta familiar y todas las reivindicaciones pendientes. Las próximas elecciones en Suteba y en Ate plantearán a una escala superior la lucha por la recuperación de los sindicatos.

Con un inflación proyectada del 50% anual y una devaluación constante del peso, los ingresos de los trabajadores son la variante de ajuste de los “nacionales y populares”. El voto por el Frente de Izquierda Unidad es un voto en defensa del salario, contra la flexibilización laboral y las burocracias cómplices.