Sindicales

10/11/2022

La docencia porteña rechazó el presupuesto de ajuste de Larreta y Acuña

Fuerte paro y movilización en la Legislatura.

Foto: corresponsal.

El jueves 10 de noviembre la docencia de la Ciudad de Buenos Aires desarrolló una nueva medida de fuerza convocada por Ademys y UTE con movilización en ocasión de la votación en la Legislatura porteña del Presupuesto 2023. Este no tiene buenas noticias para el área educativa en particular, como tampoco para resto de los ítem que conforman los servicios sociales tales como salud cuyo sector se encuentra desarrollando una lucha rebelde con los residentes y concurrentes a la cabeza.

La jornada docente se enmarcó en un plan de lucha iniciado el 22 de septiembre a causa de la provocación flagrante de la ministra Soledad Acuña con el intento de modificación de la jornada laboral estableciendo los días sábados como día laborable y la eliminación de las capacitaciones en servicio. La iniciativa antiderechos obtuvo una respuesta rotunda por parte del magisterio quienes rechazaron la medida convirtiéndola en un fracaso total para Acuña. Pero el reclamo ha empalmado con dos problemas medulares para la docencia de la Ciudad: la salud docente y el salario.

La salud docente se ha visto agravada en varios aspectos relevantes. Por un lado los problemas con la plataforma Mia a través de la cual se supone la justificación de licencias médicas ha lesionado duramente derechos elementales tal como la licencia por enfermedad del docente o de familiares a cargo ya que las arbitrariedades, no justificación, y problemas en la carga de los certificados de ha constituido como un ataque a los derechos y conquistas así también a la salud ya que el derrotero de las licencias médicas fuerza incluso a trabajar en condiciones de deterioro de la salud.

El problema de la atención en sí a los problemas de salud de la familia docente se ve seriamente a afectada por el vaciamiento largamente conocido de la ObSBA, obra social de municipales y docentes de la CABA, en el que la cadena de responsabilidades abarca al gobierno porteño, al sindicato de municipales Sutecba y la conducción burocrática de Genta y de Alejandro Amor quien ahora fue nombrado presidente de la obra social que ha interrumpido servicios y prestadores entre otros aspectos de gravedad que han ameritado múltiples reclamos y motivado que el problema de la ObSBA sea un eje de la lucha docente.

En tanto el problema salarial continúa perdiendo ante la inflación y la carestía. En tanto la docencia intenta contrarrestar la debacle salarial y la pérdida de poder adquisitivo aumentando la cantidad de horas laborales con las implicancias negativas que ello representa fundamentalmente en la salud docente.

En la jornada también volvieron a colocarse los problemas de infraestructura escolar, la necesidad de construcción de escuelas y jardines, el problema de las vacantes y las becas y alimentación escolar. Por ello el rechazo a un presupuesto del ajuste es un importante paso en la lucha que venimos desenvolviendo. Una de las conclusiones que se desprende del presupuesto es la necesidad de reforzar la organización independiente e intervención directa de la docencia para las luchas venideras que subyacen al ajuste y recortes de la letra de la ley de leyes que responde a los requerimientos fondomonetaristas.

Al finalizar la jornada el consejo directivo del combativo Ademys se reunió y evaluaron una propuesta hacia la docencia a fin de sostener la continuidad de la lucha con el salario y la salud docente como ejes vertebradores. la docencia en lucha le hizo una zancadilla en regla a los intentos pérfidos de Soledad Acuña y su gobierno de modificar la jornada laboral. El fracaso de la medida denota que debemos seguir de pie ante un gobierno antieducativo.

En este sentido Ademys convoca una nueva asamblea abierta y unificada para el día martes 15 de noviembre en la que la propuesta del CD del sindicato será convocar a una nueva medida de fuerza empalmando con los sectores de salud.

Por su parte la conducción celeste de la UTE se ve golpeada por su propia crisis interna de camarillas y los compromisos más generales con los presupuestos del ajuste como en el caso del diseñado a nivel nacional que recorta un 15% en educación. Y va muy por detrás del decidido Ademys que encabeza a partir de casi una docena de asambleas abiertas en las que ha primado la organización independiente de los gobiernos y la definición de defender el salario, la salud docente y la jornada laboral.