Sindicales
29/7/2024
La industria textil fueguina se desploma sobre las espaldas de los trabajadores
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Industria textil.
No es ninguna novedad que la población trabajadora atraviesa un recrudecimiento de una crisis económica y social en esta nueva fase del gobierno libertario y que esta se acelera a pasos agigantados. Uno de los termómetros más visibles es la destrucción de la industria nacional que no para de dar nuevos cimbronazos. Todos los sectores de las diversas ramas del polo industrial fueguino sufren su grave impacto pero una vez más las patronales descargan el ajuste sobre los laburantes, aplicando una batería de medidas antiobreras con suspensiones laborales con reducciones de salarios, despidos y planes de despidos encubiertos mediante el mecanismo del retiro voluntario.
Desde el arranque del primer semestre el panorama en la provincia austral del país (Tierra del Fuego) es severamente crítico e impacta de lleno al empleo registrado, que muestra su mayor descenso de un 9,2% interanual.
La producción de la industria electrónica fueguina se viene achicando, cayendo más del 60%. Así lo revela el informe de la Fundación Innovación Fueguina (Finnova). La estrepitosa caída en las ventas se expresa ante un escenario recesivo que inevitablemente tiende a transformarse en una verdadera depresión económica.
Textil Río Grande
Los trabajadores de la fábrica Textil Río Grande están enfrentando una situación muy difícil en el sector. Desde octubre del año pasado el panorama empeora. La empresa ha insistido en aplicar una batería de suspensiones laborales al personal de planta, el cual fue rechazado en primera instancia, hasta el periodo vacacional en diciembre.
Sin embargo, antes de las vacaciones, la compañía volvió a la carga con la propuesta de aplicar suspensiones laborales. Su principal argumento es el faltante de material para continuar produciendo. La oferta fue un lapso de suspensiones de dos meses (enero y febrero), con el 75% del salario bruto.
En febrero se convocó a una nueva asamblea en la cual la empresa solicitó otro período más, pero de 60 días de suspensiones, alegando la caída en las ventas y la falta momentánea de fondos, no pudiendo garantizar con certeza los puestos de trabajo y solo ofreció un plan de retiros voluntarios a pagar en comodísimas en cuotas.
Los trabajadores transita este panorama apremiante con muchísima incertidumbre ante el temor de perder sus fuentes de empleo, lo que indudablemente llevó a determinar aceptando otros 60 días de suspensiones, esta vez con el 75% del salario neto.
Se comenzó a pagar las respectivas quincenas siempre y cuando se disponía de cierta cantidad de dinero, lo cual hizo que empeora la situación nuevamente. En abril, la empresa convocó a los delegados y les comunicó que el panorama no avizora una mejora en el corto plazo. La situación es crítica, reiterando la caída de las ventas y sin fondos. Se solicitó nuevamente otros 60 días de suspensiones, volviendo a aceptar la oferta.
La patronal ha estado pagando las respectivas quincenas en cómodas cuotas, lo que ha generado una situación cada vez más difícil para los trabajadores. Hasta el momento, se han acumulado seis meses de suspensiones y solo un 6% de los compañeros ha aceptado el plan de retiros voluntarios.
Mientras tanto, otros trabajadores nucleados en el gremio de Setia, continúan cobrando el 100% de sus sueldos. Textil Río Grande se mantienen con el 75% del salario neto, lo que equivale a una significativa reducción al 50% del sueldo de bolsillo.
A fines de junio, la empresa solicitó otros 60 días de suspensiones, lo que generó rápidamente una asamblea con mucho ánimo de enojo por parte de los trabajadores, ya que la empresa no había pagado el aguinaldo ni la suma fija.
Algunos compañeros propusieron salir con acciones de lucha, como las que se llevaron adelante en plena pandemia, pero muchos temen por las consecuencias que causaría. El gremio de AOT propuso traer un abogado laboral para evaluar la situación y decidir los pasos a seguir.
En la asamblea fabril se acordó firmar una suspensión por 30 días, pero posteriormente se decidió no firmar ningún acuerdo de suspensión. La empresa se comunicó con los delegados para informarles que pagará el aguinaldo y la suma fija en tres cuotas. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro laboral persiste y los trabajadores no saben qué va a pasar con sus puestos de trabajo.
A medida que nos acercamos a agosto, no se sabe a ciencia cierta si habrá una nueva asamblea o qué acciones se tomarán. Los trabajadores de Textil Río Grande continúan enfrentando una serie de dificultades económicas y laborales, sin tener nada de certeza sobre su futuro. La lucha por sus derechos y por la estabilidad laboral sigue siendo una preocupación constante en los trabajadores textiles.
Es evidente que la CGT y las CTAs han permitido que se implementen ajustes, reformas laborales y pérdida de salario real sin oponer ninguna resistencia efectiva. Ahora, los dirigentes de la CGT afirman que no habrá un nuevo paro nacional, considerando suficientes los dos paros aislados de los últimos siete meses. Esto es inaceptable, ya que el gobierno ha declarado abiertamente profundizar aún más el plan de guerra a la clase trabajadora. La CGT ha fallado en proteger los derechos de los trabajadores, permitiendo que se apruebe la Ley Bases y la reforma laboral, que buscan destruir nuestras conquistas históricas.
La inacción de la CGT y las CTAs ha permitido que las patronales sigan descargando el ajuste sobre los trabajadores, con suspensiones, reducciones salariales y despidos encubiertos. Los trabajadores de la industria automotriz han soportado ritmos de producción inhumanos que afectan su salud física y mental.
Es hora de tomar la lucha en nuestras manos. Debemos seguir el ejemplo de los trabajadores del Sutna, la docencia universitaria y los trabajadores de la salud, que están luchando por sus derechos mediante asambleas, paros y movilizaciones.
Desde el Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista creemos que es necesario preparar una gran huelga general para derrotar al gobierno de Milei y exigir el fin de la persecución y represión contra los que luchan por sus derechos.
