Sindicales

12/12/2023

SANTA FE

La más amplia unidad… ¿para qué?

Al respecto de la reunión de sindicatos de Rosario.

Foto de archivo

Frente al “plan motosierra” de Milei, se impone el debate estratégico sobre cómo construir el frente único obrero que le haga frente, para impedir despidos masivos, una depreciación aún mayor de los salarios y jubilaciones ante la inminente devaluación y una inflación galopante, para evitar la “armonización” de las cajas jubilatorias provinciales que aún quedan como la de Santa Fe –que significaría rebajar los regímenes jubilatorios que se acercan al 82% a los niveles nacionales– y de fondo para rechazar la reforma laboral, que se vino aplicando empresa por empresa a lo largo de los últimos años con la complicidad de la burocracia sindical. También, por supuesto, para rechazar la reforma antiprevisional que trae bajo el brazo el liquidador de jubilaciones Giordano, del gobierno de Schiaretti, hoy al frente de Anses.

Ante la nueva etapa que se abre, un conjunto de dirigentes sindicales de Rosario sostuvo dos reuniones para tratar esta agenda a partir de la convocatoria de Coad, sindicato de docentes universitarios de la UNR, cuya dirección está mayormente ligada a Patria Grande. De manera intermitente participaron de alguna de esas instancias la Federación Aceitera (Soear), la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, ATE Rosario, Amsafe Rosario, Siprus (Sindicato Profesionales de la Salud), Sadop y la FOL (aunque se había informado que no participarían organizaciones de desocupados, ante nuestra consulta).

Las reuniones debatieron la salida de un documento cuyo eje sería “trabajadorxs en unidad por la defensa de nuestros derechos”, que parte de la victoria de Milei y frente a esto la necesidad de construir “la más amplia y necesaria unidad, a través de la elaboración de un programa”. El breve texto, que contiene algunas otras definiciones pero no un llamado a la acción, no fue aprobado aún, aunque lleva semanas de elaboración.

Asambleas con mandato, plenario de delegadxs y plan de lucha

Nuestra intervención en dicho espacio apuntó a proponer un método de intervención obrera que no se quede en las palabras. Planteamos que la responsabilidad de las direcciones sindicales es convocar asambleas en los lugares de trabajo, votar mandatos, reunir a los cuerpos de delegados en plenarios de cada sindicato y a partir de esto desenvolver una deliberación profunda que nos prepare para defender con un plan de lucha los 64 mil puestos de trabajo de empleados estatales que peligran, enfrentar que se instale el presentismo docente que planteó Pullaro y la eliminación de los regímenes jubilatorios especiales, para luchar por recuperar los ingresos, entre otras cuestiones urgentes.

Este planteo es con el que intervenimos como Tribuna Docente en el gremio docente y con este método es que Amsafe Rosario ya organizó jornadas gremiales en las escuelas, un importante plenario de delegados y lanzó una acción para diciembre, muy limitada, que hasta el momento no acompaña ninguno de los sindicatos estatales que fueron parte del llamado “a la más amplia unidad”. ATE Rosario planteó incompatibilidad horaria por sus asambleas “de alerta” en algunos sectores, mientras que el resto de los gremios planteó que “hay que esperar a las medidas de Milei”, en línea con la política de tregua y llamado a la pasividad de la CGT y las dos CTAs. La persona que representó a la CTA Yasky en la reunión rosarina directamente atribuyó a los votantes de Milei “odiar a la clase obrera” y en este sentido también impulsó no hacer nada.

Palabras, palabras, palabras…

Desde el Partido Obrero siempre hemos promovido que el debate se lleve a delegados y activistas y a su turno a todas las bases del gremio, más aún cuando se requiere una clarificación política como en este momento. No se trata sólo de una cuestión de democracia sindical, que lo es; se trata de que a la ofensiva del régimen de Milei que debuta sólo podemos derrotarla los trabajadores en conjunto. Un acuerdo genuino entre múltiples sindicatos requiere un proceso de debate en cada uno de ellos (asambleas, plenarios) y un plenario de conjunto que permita elaborar un pliego de reivindicaciones, así como un plan de lucha. Para elaborar un verdadero programa se debe ir mucho más a fondo, organizando un Congreso de Trabajadores, una orientación que se desprende de la crisis de fondo que atraviesa el país y que parte de retomar la mejor tradición de la clase obrera.

Lo contrario a este método son las reuniones de aparato, en las que se priva a la compañera o al compañero de fijar posición frente a los problemas planteados para justificar la inacción, o para consagrar una unidad ficticia con sectores de la burocracia sindical como sucedió durante el paro docente santafesino de este año, que forzó la inclusión de Sadop en varios actos masivos, después de que este gremio levantara el paro en pleno conflicto, lo que se vivió entre la base como una gran traición.

Pero incluso en esas condiciones, impulsar una medida que apunte a preparar la intervención de la clase obrera frente al golpe que se viene sería un paso adelante. La espera sin medidas, en cambio, es paralizante y desarma la necesaria reacción frente a las medidas de Milei.

La cuestión de la unidad es la cuestión de la unidad de la clase en acción. La “más amplia unidad” entendida como en esta reunión rosarina, como la exhibida en la CGT Azopardo recientemente, sirve a la adaptación a una cadena por derecha que termina en Daer, o sea en los entregadores colaboracionistas del movimiento obrero de todas las épocas, que estuvieron con Menem, con Macri, con De la Rúa y con Alberto Fernández. En esta dinámica no sólo se embellece con declaraciones la pasividad de los sindicatos, sino que se apunta especialmente a desactivar a los sectores combativos.

https://prensaobrera.com/politicas/no-hay-plata-para-los-trabajadores-si-para-los-capitalistas

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/belliboni-respondio-a-la-extorsion-de-milei-quienes-necesitan-ayuda-social-no-pierden-su-derecho-a-protestar