La CTA Autónoma de Mendoza ha lanzado una convocatoria al conjunto de trabajadores y delegados de todos los sindicatos para impulsar un plenario de delegados de base, precedido por la deliberación en cada concentración y mandatos por cada lugar de trabajo. Esto con el objetivo de votar un plan de lucha contra el ajuste y avanzar en la elaboración de un programa obrero de salida a la crisis.

La Coordinadora Sindical Clasista ha impulsado una gran campaña en la base de todos los gremios por este objetivo y ha establecido una deliberación con las direcciones antiburocráticas que no firmaron el techo salarial del 15,7%, piedra angular del ajuste del gobernador Alfredo Cornejo. La comisión directiva del Sute (Docentes) ha votado el planteo en asambleas, pero no define una fecha. Fadiunc de docentes universitarios y SiTEA (Estatales Autoconvocados) también se han pronunciado a favor, también son partidarios importantes dirigentes de Apel (legislativos) e incluso seccionales de ATE. 

La necesidad de poner fecha radica en que un plenario de estas características se plantea como un importante reagrupamiento de trabajadores. Un punto de quiebre en el avance del ajuste, de la confiscación del salario y las condiciones de trabajo de los mendocinos.

La iniciativa de la CTA-A se inscribe en el marco de la estrategia de preparación de un gran congreso del movimiento obrero, única forma de unificar a los trabajadores, sus sindicatos y centrales para establecer un plan de acción y una salida popular a la crisis.

El “Consejo Económico de crisis”

Las conducciones sindicales han quedado presas de sus referencias políticas que de una u otra forma buscan explotar el malestar creciente con el gobierno de Macri (y en menor medida de Cornejo), pero siempre colaborando con la “gobernabilidad”. En este cuadro se inscribe el planteo de “Consejo económico y social de crisis” con que el PJ pretende posicionarse como un elemento de recambio, confiable, frente a una posible salida caótica, del gobierno de Cambiemos. La CGT se ha alineado a este planteo.

La CSC se ha reunido con los principales dirigentes para entregarles un documento político de propuesta, incluso hemos difundido masivamente la carta abierta a la CGT, planteándole la necesidad de un congreso de delegados de base. Evidentemente, la pose de combativa de la CGT Mendoza sólo obedecía a no liberarle la calle a “los troskos”, como definen a todo lo que está a su izquierda.

La CGT Mendoza rápidamente se enrola el camino de los Urtubey, Felix y Massa, es decir el de la colaboración de clases en momento en que el pueblo trabajador está bajo el violento ataque del capital.

Mucha cáscara, pocos huevos

El fraccionamiento de las direcciones sindicales es inversamente proporcional a la muletilla de la necesidad de unidad. Esto obedece a que el peronismo se encuentra inmerso en una lucha intestina de cara al armado de las listas electorales del 2019. Todos reclaman la unidad para enfrentar a Macri en las urnas, al mismo tiempo que colaboran abiertamente con Cornejo, garantizándole la salida por “consenso” de sus iniciativas es la legislatura. El PJ oficial y Unidad Ciudadana han entrado en una carrera para ver quién es más colaboracionista.

En este marco, se está produciendo la salida de sindicatos de la CTA de los Trabajadores hacia la CGT. Se trata de un giro derechista de las direcciones sindicales, que pasan del “agitemos el malestar para llegar mejor al 2019” de la CTA-T al “consejo económico y social” de la CGT. La cuestión de la ruta del movimiento obrero para enfrentar a Macri, los gobernadores y el FMI no se resuelve con movimientos de aparato.

Se impone la necesidad de un plenario de delegados de base y el desarrollo de las tendencias independientes, que se insinúan en el movimiento obrero, para superar a la burocracia y al peronismo como movimiento político.

 

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