El jueves pasado tuvo lugar una importante marcha universitaria en la ciudad de La Plata. La movilización fue encabezada por el reclamo de justicia por Pablo Mieres, el estudiante y trabajador asesinado en circunstancias aún dudosas; fue parte de una jornada de lucha mayor por el aumento del salario y el presupuesto, que incluyó un paro docente con alto acatamiento en facultades y escuelas de la universidad.

Estas acciones fueron resueltas por decenas de docentes reunidos en la asamblea de Adulp la semana anterior, a pesar de la conducción del gremio, que había propuesto tan solo una semana de “visibilización” del conflicto sin paro ni acciones concretas de lucha.

Este accionar timorato de la conducción no es inocente. Está en línea con la burocracia de la CGT y CTA, que han dejado pasar todos los ataques del gobierno de Milei, incluyendo el decreto antihuelga que declara la educación como “actividad esencial” y firmando acuerdos salariales por debajo de la inflación.

Pero lo mismo vale para Atulp (no-docente) y la Fulp (estudiantil), que directamente no fueron (!); incluso los centros donde hubo asambleas que votaron participar, como sucedió en Artes y Humanidades.

Mención aparte merece la actitud de la JUP y La Mella en Medicina, con declaraciones públicas contra los paros docentes, al igual que la Franja Morada. Todo esto es una política de colaboración con el gobierno que se expresa también en la renuncia a dar una lucha contra el fallo proscriptivo de CFK. Todos se alinean en el planteo de “Hay 2027” que llama a esperar a que Milei se caiga solo para “volver”. 

Pero este es un camino de derrota para la universidad publica y lxs trabajadores. No podemos esperar más tiempo mientras avanza el vaciamiento con el éxodo de docentes y la deserción estudiantil, o mientras destruyen el Conicet y los científicos se van del país, o mientras intentan avanzar en un sistema de créditos que va a mercantilizar la educación definitivamente.

Es por eso que, desde abajo, tenemos que volver a poner en pie un gran movimiento de lucha en la universidad que imponga un plan de lucha serio y progresivo hasta ganar el aumento de salarios y presupuesto, y que se una a las diferentes luchas en curso, como la del Garrahan y los jubilados, para impulsar una huelga general que eche al gobierno de Milei, el cual es incompatible con la continuidad de la universidad pública y gratuita. La marcha del jueves muestra que hay disposición a la lucha de docentes y estudiantes.

¡A seguirla!

Dos estrategias frente al gobierno de Milei

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E22. -

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