Sindicales

4/10/2024

La producción de autos eléctricos y las nuevas tecnologías al servicio de la precarización del trabajo

Luchemos por la defensa de los puestos de trabajo y en defensa de las condiciones laborales.

Automotrices.

La industria automotriz avanza a pasos agigantados hacia la fabricación de autos eléctricos. En este sentido, China es el país de mayor crecimiento en la fabricación y comercialización de vehículos impulsados con energía renovable, un método de propulsión que es menos contaminante y más económico en su producción. Si bien el país asiático hace muchos años que viene incursionando en motorizaciones alternativas, a partir del desarrollo de las baterías de litio, ha logrado picar en punta hacia un crecimiento exponencial de las ventas de sus vehículos eléctricos. 

En este cambio productivo desenfrenado, China ha logrado imponer a nivel mundial una discusión intercapitalista por el control del mercado automotriz. Esto agudiza la crisis en los países imperialistas, ya que la sobreproducción de automóviles convencionales, con motores a explosión, y la gran caída de las ventas en países en recesión, genera una rápida migración en la producción vehicular hacia los autos eléctricos. 

La bancarrota capitalista hace su trabajo 

Las grandes automotrices venían siendo reticentes a la innovación tecnológica, ya que el mercado les era favorable, pero los tiempos han cambiado, por ese motivo y en el marco de la guerra comercial los gobiernos de Estados Unidos y de países miembros de la Unión Europea optaron por incrementar los aranceles tributarios a la importación de autos chinos, con una política proteccionista, en defensa de la industria petrolera y  las autopartistas nacionales ya desarrolladas. Así mismo, el conflicto comercial trae aparejado una disputa por los recursos minerales para la construcción de las baterías, en esta carrera tecnológica todo vale y en busca del preciado litio, países periféricos como el nuestro que entregan su soberanía para el saqueo indiscriminado, serán el terreno para la guerra comercial.

El gobierno actual de Javier Milei tiene como premisa la entrega total de los recursos naturales, en principio a inversores yanquis, o a cualquiera que le prometa algunos dólares, potenciando el extractivismo en desmedro de la industrialización. Una consecuencia de esto es la desfinanciación de las escuelas técnicas ques si bien es algo que viene sucediendo desde los ’90 con la reforma educativa menemista pasando por todos los gobiernos hasta la fecha, queda bien claro que el objetivo principal es la no especialización de los jóvenes, para obtener una mano de obra más barata y descalificada. Esta situación es aprovechada por la patronales, especialmente por la industria automotriz, donde ya no es necesario ser técnico para ingresar, sino que da igual tener cualquier otra formación debido a que ya no hay diferenciación salarial, ni de categorías, ni plus por especialidad, es decir las automotrices han nivelado hacia abajo todos los salarios. 

Si bien nuestro país no entra en la discusión entre potencias imperialistas, en Argentina es inevitable sufrir las consecuencias de las reformas productivas en la industria automotriz, contando con 11 terminales productoras y ensambladoras de vehículos tradicionales. Los cambios acelerarán conflictos de competitividad para obtener mayores réditos económicos.

Este avance tecnológico no puede ser solo un beneficio patronal que genere mayor productividad o mayores ganancias empresariales, sino que debe ser utilizado a favor de las y los trabajadores. La clase trabajadora no debe temer a las nuevas tecnologías, por el contrario, debemos exigir que las mejoras productivas sean favorables a los obreros, agilizando las tareas y reduciendo las cargas laborales.

Para esto, desde la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero luchamos por una nueva dirección del movimiento obrero, por la recuperación de los sindicatos y las comisiones internas. Porque solo la organización independiente de los trabajadores será la garantía de que las nuevas tecnologías sean el salvoconducto para la profundización de la flexibilización y precarización laboral. Los gremios, especialmente el Smata y la UOM, copados por la burocracia sindical, abandonaron hace mucho los intereses de las y los obreros metalmecánicos. Necesitamos delegados que defiendan verdaderamente a todos y cada uno de los compañeros, sin perder ningún puesto de trabajo, aplicando el desarrollo tecnológico al servicio del pueblo trabajador.

CGT: la “tregua” en una lucha que no da
No tienen mandato de los trabajadores para tamaño colaboracionismo. –
prensaobrera.com