Sindicales
12/12/2025
La reforma laboral plantea que los trabajadores se paguen sus indemnizaciones
La propuesta de Milei para abaratar despidos y fortalecer la timba financiera.
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Despidos gratis para las patronales.
Con la presentación del proyecto de reforma laboral el gobierno incluyó la implementación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), un instrumento que traslada el pago de las indemnizaciones por despido (y otros rubros) al sistema previsional -es decir a los propios trabajadores-, armando de paso un negocio financiero para seguir alimentando la timba capitalista. Un instrumento que busca extender garantías a las patronales y plantea profundizar el vaciamiento de la Anses y el robo a los jubilados.
Este fondo en cuestión, de carácter obligatorio para el sector privado –aunque se espera que en una eventual reglamentación esto se flexibilice- se financiaría con un aporte mensual equivalente al 3% de las remuneraciones que se toman como base para el cálculo de las contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), con el curioso agregado que al mismo tiempo implicaría una exención del mismo tenor en dichas contribuciones al sistema, trasladándole la factura al sistema previsional e implicando un costo cero para las patronales.
El propósito de todo esto es crear fondos, al estilo de las AFJP, para la cobertura de las indemnizaciones por despido, los cuales a su vez funcionarían en la órbita de la Comisión Nacional de Valores, y operarían en la bolsa de valores, profundizando los negocios y la timba financiera impulsada por el gobierno. Cabe recordar que las AFJP terminaron en una estafa para los jubilados.
Mientras desde el gobierno se negaron a calcular –como suelen hacerlo respecto a otros proyectos- el costo de dicha medida para el sistema previsional, algunas estimaciones privadas arrojan que se trataría de un agujero en rededor de los 3.000 millones de dólares anuales, que profundizaría el vaciamiento de la Anses y las ya golpeadas jubilaciones y asignaciones del organismo.
Todos los analistas no pueden dejar de observar el parecido del régimen propuesto con el fenecido negocio de las AFJP, con la creación de fondos privados cotizantes bolsa para la administración e una caja millonaria, sin ninguna garantía para los trabajadores.
La propuesta del gobierno es que el sistema previsional y de seguridad social de los trabajadores sea el que absorba el pago de la indemnizaciones para respaldar los negocios de los capitalistas.
Más allá de lo atractivo de dicha medida para las patronales es pronto para afirmar su completa adhesión debido a que la misma plantea varios interrogantes. No queda claro si la exención del 3% de las contribuciones sería de carácter transitorio o permanente. Las patronales además deberán abonar una comisión, aún indeterminada, por el servicio prestado. A pesar de la cobertura del fondo, las patronales siguen siendo responsables ante impagos y otras contingencias. También se aplicaría una carencia de 6 meses para acceder a los “beneficios” del sistema y solo aplicaría para trabajadores en relación de dependencia del sector privado que superen el año de antigüedad.
Los capitalistas no quieren financiar ningún sistema contra contingencias del tipo sino todo lo contrario, alentando largos procesos judiciales para licuar el capital indemnizatorio adeudado a sus trabajadores desvinculados, apelando en los estrados judiciales para demorar cualquier pago y subordinarlo a su mínima expresión.
Lo que sí queda claro es que el gobierno ofrece una herramienta a las patronales que castiga aún más a los trabajadores, golpeando al sistema previsional y de seguridad social y facilitando los despidos debido a las facilidades otorgadas por el Estado a las patronales para tal propósito. Los despidos más baratos no implican ninguna fuente de empleo futuro sino todo lo contrario: más facilidades para que las patronales descarguen la crisis sobre los trabajadores.
La reforma laboral de Milei es un paquete de medidas antiobreras, todas pensadas en función de los intereses capitalistas y de los negocios financieros, sin ningún reparo en lo grosero de la confiscación planteada contra la clase obrera. Para derrotar esta ofensiva tenemos que fortalecer la movilización obrera de este jueves 18, convirtiéndola en una jornada nacional de lucha contra las reformas antiobreras.
