Durante la pandemia el sector de la salud es uno de los más golpeados de acuerdo a las condiciones en la que nos encontramos desempeñando desde las distintas áreas.
No obstante el sector de la enfermería, padecemos a diario la discriminación por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires teniéndonos por fuera de la ley de profesionales de la salud 6.035 y la negativa constante para ser incluidxs.

A raíz de éste hecho ocurrido en noviembre de 2018, comenzamos a desarrollar distintas actividades de lucha, organizadas desde las bases hospitalarias, de lo cual no se ha obtenido ningún tipo de respuesta favorable ni solución frente a la misma, ni a la precarización laboral que afronta Enfermería en CABA.

En diciembre de 2019, realizamos el primer paro, y en respuesta al mismo, en el Hospital Materno Infantil Ramón Sardá se ha dado un hecho gravísimo con un trabajador por adhesión a la medida de fuerza impulsada sin apoyo de la burocracia sindical de Sutecba.

Modificaron de manera arbitraria e inconsulta la jornada laboral de Paul Meza, horas después de la jornada de lucha, siendo imposibilitado concurrir al mismo por ser pluriempleo y sostén familiar.

Aún así la burocracia sindical y autoridades del hospital, Dirección y Subgerencia operativa de Enfermería, han avanzado de manera ilegal, colocando ausentes injustificados cuando éste sí asistía a su jornada laboral inicial, han falsificando y tachando la firma de ingreso y salida a la institución en su horario habitual, colocando por encima de éste ‘ausente’, advirtieron mediante audios y llamadas las consecuencias a dicha adhesión de la medida de fuerza.

Durante la pandemia, la situación y los reclamos se han ido agudizando. ya que las condiciones han ido en detrimento para la Enfermería ,violentándola desde diferentes acciones inclusive en un reclamo llevado a cabo en la Legislatura donde varias enfermeras terminaron reprimidas a palazos por la policía de Larreta y Quirós. Culminando el año 2020 con cesantías a personal esencial y con persecución laboral.

Paul Meza recibió notificación de desvinculación antes de finalizar el año, lo que deja en evidencia la persecución gremial y los avances en contra de un trabajador calificado en época de pandemia.

Enfermería no dará el brazo a torcer

Por eso es importante poder desarrollar una jornada de lucha para exigir la reincorporación del colega y frenar la violencia hacia enfermería.
Realizando una jornada, que visibilice el descontento frente a estos tipos de persecuciones y los obstáculos que impone la burocracia sindical y el GCBA por cada medida justa llevada adelante en solicitud de reconocimiento profesional y mejora de condiciones laborales.

Enfermería ha sido uno de los sectores más vulnerables, los primeros en enfrentar la pandemia, donde muchos han contraído y fallecido por Covid-19, por irresponsabilidad de las autoridades en resguardar al sector de la salud y en consonancia con los sueldos de hambre que otorga Sutecba, obligando a tener que acudir al pluriempleo, lo que significa más riesgo en la profesión de contraer cualquier tipo de enfermedad.

¡Por un gran movimiento para exigir la reincorporación de Paul Meza, y decir basta de violencia a Enfermería!

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