Sindicales

20/3/2021

Las reuniones de la UTE-Ctera: dos perspectivas

¿Podemos aceptar que el sindicato avale la propuesta salarial de pobreza de Rodríguez Larreta?.

A lo largo de esta semana la conducción del sindicato docente mayoritario de la CABA, la UTE, convocó a reuniones virtuales por área, nivel y modalidades. Estas, en lugar de unir, fragmentan a la docencia y se constituyen en un “como si”, ya que no se puede votar, dejando a los delegados y las escuelas sin ningún poder de decisión.

En dichas reuniones se ha presentado la oferta salarial realizada por el gobierno, la cual consiste en un 34% pagadero en tres cuotas, la última de las cuales se cobrará en el mes de octubre. Otro eje informado fue sobre las gestiones administrativas por el problema de la vacunación docente y por último la campaña de plantaciones de árboles hacía el 24 de marzo en conmemoración de los 45 años del golpe de Estado genocida de 1976.

Hasta aquí algún distraído podría pensar que todo consistió en un informe por parte de docentes voluntariosos que transmiten información de manera objetiva. Sin embargo, la toma de partido por parte de la conducción celeste del sindicato fue clara: la defensa subrepticia de la oferta salarial a la baja, amparada bajo el ala de la comparación con la paritaria paupérrima de les trabajadores de la salud, a quienes el Gobierno de la Ciudad aplaudió en los primeros días de la cuarentena, pero a la hora del salario se olvidó de heroísmos y demases demagógicos dejando a los trabajadores en las antípodas del ritmo inflacionario.

Entre otros motivos, la Celeste defendió la oferta a les docentes de Larreta-Acuña como una “oferta con claroscuros”.

El claro de la Celeste: un supuesto avance en el salario básico, el cual impactaría en las jubilaciones, $3600 (!) en tres cuotas. Toda una ironía por parte de quienes durante más de tres décadas han entregado el salario básico abonando a sumas grises, cuando no en negro, achatando toda la escala salarial y dando por tierra con la antigüedad docente. Esto ha llevado a que el salario básico docente hoy ronde los $12.000. Pero además, la Celeste se ha opuesto sistemáticamente al 82% móvil para les jubilados del sector, incluso apoyó el veto del gobierno de CFK del año 2010, en tanto hoy integra el gobierno de las modificaciones de la movilidad jubilatoria, es decir, de la confiscación y entrega de lo que debiera ser un salario diferido directamente del de los activos.

El oscuro de la celeste: reconocer la insuficiencia salarial como una realidad inmodificable que en el mejor de los casos se abordará en octubre, cuando cumplida la última cuota del tramo de (no) aumentos se vuelva a discutir hacia el 2022, desconociendo la proyección inflacionaria del 50% de este año.

Es decir: la conducción del sindicato base de Ctera, una vez más, no está dispuesta a enfrentar el ajuste salarial del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y su ministra Soledad Acuña. Por el contrario, la adaptación a la miseria salarial los coloca en la vereda de la funcionalidad a dicha política.

La perspectiva planteada desde la Multicolor

Con una participación que debió superar los bloqueos burocráticos para dar con los links de cada reunión y para ser admitidos en las mismas, las agrupaciones de la Multicolor llevamos planteos orientados a poner en pie un rechazo activo de la oferta gubernamental insuficiente. Tras una pérdida salarial de más de 15 puntos durante el 2020, sobre salarios históricamente pauperizados, de acuerdo a la oferta 2021 nuevamente se perderían 16 puntos respecto a la inflación pronosticada. La necesidad de organizar la docencia y abrir un canal de acción común para reclamar por salario está planteada.

A un mes de la apertura de escuelas sin condiciones y en horas en que el Gobierno de la Ciudad minimiza los números de contagios en las escuelas, los cuales promedian los 300 semanales (sin contabilizar la red de contagios que tejen esos casos), las condiciones biosanitarias que aseguren un retorno seguro continúan ausentes y el Ejecutivo planea flexibilizar los ya de por sí inviables protocolos.

También se colocaron motivos profundos de la docencia para salir a luchar: la desocupación docente; los despidos docentes como en el programa Jornada extendida y los recortes en las horas de proyectos institucionales, de coordinación, etc., en el nivel medio; la falta de dispensas de cuidado necesarias para les docentes, son algunos de los aspectos que inquietan a la docencia en general, por los cuales la conducción de UTE debiera propender a la intervención directa del gremio en la crisis abierta.

UTE-Ctera: la crónica de la eterna desmovilización

A días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, el PJ-kirchnerismo sindical se postra ante el pacto de paz social que no pasa sino a fuerza de represión y reforzamiento de las fuerzas represivas del Estado. Los repudios a las movilizaciones cuasi fascistas promovidas por Macri-Bullrich no superan la semántica por parte de la conducción de la UTE-Ctera, que han intentado embanderarse con los discursos de los derechos humanos pero va a la rastra de la salvaguarda de una política orientada a hacer pasar el ajuste, si es preciso a fuerza de represión de la mano de los Berni y cía.

En las reuniones, uno de los secretarios adjuntos, Guillermo Parodi, expresó: “mantener la memoria es no movilizarse este 24 de marzo”. Un descaro cuando sabemos que hay un hilo de continuidad histórica de represión e impunidad. Bajo la gestión de la exministra de seguridad Patricia Bullrich se produjeron la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado y el fusilamiento de Rafael Nahuel, en la Patagonia. Bajo el mandato del actual ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, la desaparición de Facundo Castro. La represión y la criminalización de la protesta social fueron y son la característica de gobiernos saqueadores y entreguistas, con quienes UTE-Ctera pacta a costa del divorcio con la docencia y sus verdaderos intereses.

En tanto, desde la Multicolor se plantearon los motivos sobrados para movilizarse este 24 de marzo junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, tal como lo venimos realizando desde hace 37 años. Sin embargo, la orientación de la burocracia sindical celeste es clara: plantar árboles y no abrir el mínimo intersticio que permita que la docencia interpele al gobierno de CABA y tampoco al nacional, e intervenga en la crisis abierta por la inflación, el hambre, la pobreza que provoca que más del 60% de les pibis del país estén por debajo de la línea de pobreza, la desocupación docente, los despidos y el conjunto de los reclamos por el retorno seguro a la presencialidad escolar en situación de pandemia. Tampoco permite la movilización contra la impunidad y represión de ayer y de hoy.

Las tareas docentes

La docencia debe intervenir en la crisis tomando el camino marcado por las medidas de fuerza de las provincias como en el caso de Neuquén, Santa Fe, Chubut, Santa Cruz, entre otras, donde la docencia se impuso superando las conducciones burocráticas, y confluir en unidad con sectores combativos de la docencia. Las asambleas por escuelas y distritos pueden desarrollar su potencial en la perspectiva de romper el chaleco de fuerza que intenta imponer de manera persistente la conducción del sindicato UTE, lo cual se evidenció en esta serie de reuniones fragmentadas, no resolutivas y amañadas.

Desde Tribuna Docente en la Multicolor planteamos la necesidad de abrir un curso de acción que rompa el techo salarial y un salario igual al costo de la canasta familiar. Exigimos la ruptura de la conducción de la UTE y la Ctera con el gobierno nacional y que deje de ser furgón del gobierno de Rodríguez Larreta; condiciones biosanitarias por un retorno seguro y dispensas de cuidado para les docentes que así lo requieran.

Convocamos al conjunto de la docencia a poner en pie una gran movilización el 24 de marzo porque sin trabajo, tierra y vivienda, sin condiciones laborales y salarios acordes a las necesidades del pueblo trabajador, no hay derechos humanos.

Este 24 de marzo nosotres sí marchamos.