En las últimas horas trascendió un comunicado oficial firmado por el Ministerio de Salud en el que se anuncia la no renovación de 1400 contratos. Según trascendió en distintos medios, esta política tiene como principal blanco de ataque el Hospital Posadas, el Bonaparte, el Instituto del Cáncer, Superintendencia de Servicios de Salud, Sedronar, Andis, Anlis-Malbrán, Anmat e Inareps (Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur). En el Somer ya se notificó el despido de 130 trabajadores, mientras que en el Bonaparte contabilizan 200 despidos. 

En nombre de “reestructurar” el área, el ministro Lugones anuncia este nuevo ataque que da continuidad a lo sucedido el año pasado con despidos en el Posadas, en el propio Ministerio de Salud y sus organismos. Al mismo tiempo, la resolución 1138/24 anunció hace pocos días el cierre del DADSE (dirección encargada de la entrega de medicación oncológica y de enfermedades poco frecuentes), junto con las direcciones de HIV, TBC, lepra, hepatitis, entre otras. 

El plan motosierra de Milei, Stuerzenegger y Lugones no solo se aplica sobre los trabajadores del área de salud, sino que lo hace sobre áreas sensibles de atención. Estos despidos completan una política de destrucción de la salud pública que incluye salarios por debajo de la línea de pobreza, desmantelamiento de los hospitales públicos y los programas sanitarios, e incluso el arancelamiento en distintos municipios por la colaboración de otras fuerzas políticas.   

La burocracia de UPCN acordó “aumentos” de 1%, pactó despidos en todos los organismos, en el marco de una colaboración sin precedentes. ATE se encuentra sumido en la parálisis. Ambas facciones del gremio plantearon que los despidos debían ser enfrentados organismo por organismo. No solo los despidos fueron en aumento, sino que los salarios estatales quedaron paralelamente destruidos. Las luchas deben unificar todos los reclamos, uniendo el incremento salarial a las luchas contra los despidos, el desmantelamiento y los cierres. Eso hicimos durante octubre del año pasado donde buscamos confluir el conflicto contra el cierre del Bonaparte con la lucha por aumento salarial del Garrahan. Evitamos así que cierren el principal hospital de Salud Mental nacional, al mismo tiempo que en el Garrahan conseguimos un bono de $500.000 y un aumento en enero del 15%, cuando Milei quiere una paritaria estatal de 1% en cuatro meses. 

En el Bonaparte, los compañeros organizaron una asamblea al día siguiente de los despidos masivos, en ella se definió la permanencia. Debemos acompañar fuertemente de esa acción. Frente a este ataque criminal (¡desmantelamientos, cierre y amenaza de organismos de salud y prestadores de medicación!) debemos organizar una gran asamblea de afiliados y no afiliados que pueda poner en pie un verdadero plan de lucha de todos los estatales. 

Arrancamos un 15% de aumento salarial en el Hospital Garrahan, en el marco de una gran lucha

Rompimos el techo salarial del gobierno. Vamos por un salario mínimo igual a la canasta familiar y 100% de aumento para todos. –

prensaobrera.com