Sindicales
9/12/2024
Martes 10D: nuevo paro en el Garrahan, a un año de la asunción de Milei
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Hospital Garrahan.
A partir de las 7 de la mañana del martes 10 de diciembre volverá a haber un paro por 24 horas en el Hospital Garrahan. La medida forma parte del plan de lucha resuelto en una asamblea general que convocaron la Junta Interna de ATE y la Asociación de Profesionales y Técnicos; la impulsan, también, sectores autoconvocados.
Es un buen resumen de la situación política actual que el principal hospital pediátrico del país vuelva al paro el mismo día que Javier Milei cumple un año al frente del poder. Es la décima medida de huelga en tres meses, como consecuencia de la completa falta de respuesta por parte del gobierno y las autoridades.
El Garrahan volvió a ser noticia por un procedimiento “inédito” -un trasplante hepático a un niño de dos años con una técnica muy sofisticada. Los miembros del Consejo Administración, ejecutores de la política mileista que llevará la salud pública al desastre, pretendieron sacar provecho “marketinero” de ese “logro”. Sin embargo, debieron admitir que esa tarea solo fue posible gracias a la labor mancomunada de un “equipo” de decenas de personas.
En efecto, los “equipos” incluyen múltiples profesiones (médica, enfermería, técnicas y técnicos de áreas diversas) a los cuales se suman otras tareas que componen la larga cadena de trabajos -desde el administrativo hasta la limpieza, solo por nombrar algunos ejemplos. Es decir, todo lo contrario a un “milagro”. Todo ese complejo engranaje está en crisis, porque hay compañeras y compañeros retirándose dados los desastrosos salarios y condiciones de trabajo.
Frente a esta realidad, el gobierno y el Consejo de Administración anunciaron que no habrá ingreso de personal ni recomposición salarial, lo cual conduce al Garrahan al vaciamiento. Dicen que no hay plata los delincuentes que sacan leyes con bolsos llenos de dólares pagados “con la nuestra” (Kueider).
Por todo esto, la lucha, que arrancó unificada detrás de un reclamo salarial general (100% para todo el personal, piso salarial equivalente a la canasta familiar de $1.550.000 y rechazo al impuesto al salario), fue incorporando con el correr de las semanas planteamientos respecto de las condiciones de trabajo y, en definitiva, del futuro de la salud pública.
En estos meses, la política oficial ha sido el desgaste -inexistencia de negociación alguna- y las extorsiones mercantilizadoras -plan de avance privatista incrementando la facturación de servicios en reemplazo del presupuesto público. En consonancia con la línea oficial, sectores jerárquicos y la burocracia de UPCN se apresuraron a repetir como loros que “los paros no sirven”, manipulando la supuesta inexistencia de “resultados concretos”.
La hipocresía es total: estamos en medio de una pelea cuyo resultado es imposible establecer de antemano. Lo que seguro “no sirve” es firmar paritarias al 1%; al menos, no a los trabajadores y trabajadoras, ni mucho menos al futuro del hospital.
Con gran cinismo, quienes entregan la salud en bandeja a Milei pretenden dar cátedra de qué serviría o no. Además, la lucha del Garrahan fue muy significativa: no solo incluyó un bono de $500.000 sin paralelo en otros sectores estatales, sino que conmovió y conmueve a la opinión pública. Tanto es así que el propio gobierno debió “excluir” de la lista de “privatizables” al Garrahan. Lógicamente, todo está en veremos. Pero la gran lucha cambió la situación y plantea una posibilidad distinta según como continúe. Muy distinto sería el cuadro sin pelea -la derrota asegurada.
Hay una conciencia extendida en el movimiento respecto de la complejidad de este momento, y de la necesidad de sostener el conflicto. Ahora, con este paro, que incluirá un acto central a las 13 horas, al que invitamos a organizaciones de lucha y a la comunidad en general.