Una nutrida asamblea votó dos nuevas jornadas de paro en el Hospital Garrahan, ubicado en CABA. La primera tendrá lugar desde las 7 am del jueves 17 de diciembre hasta las 8 am del día siguiente. La segunda, el sábado 19 entre las 7 y las 21 horas, en la franja correspondiente al turno franquero de enfermería.

La falta de respuestas por parte de la patronal agranda la bronca de los trabajadores y trabajadoras del hospital, que consideran un atropello inaceptable el recorte salarial después de una pandemia inédita. El 2020 supuso un desgaste para el personal de salud, sin precedentes. Hasta ahora, no hubo una sola oferta por parte del gobierno al reclamo del principal hospital pediátrico del país.

La paritaria de estatales nacionales, que anticipa la del Garrahan y acaba de firmarse mientras escribimos estas líneas, es una nueva burla. Deja en pie el 7% de este año y tan solo agrega un 18% en cuotas hasta mayo, muy lejos de la inflación y del 50% con inicial equivalente a la canasta familiar que está en el centro del reclamo.

Es significativo que el rechazo a esta política se manifieste en la confluencia de diversos sectores para parar. Como señalamos en notas pasadas, las medidas que llevamos a cabo tuvieron gran protagonismo de enfermería e incluyeron también a compañeros y compañeras de diversas áreas técnicas (Farmacia, Imágenes, Laboratorio, Hemoterapia o Instrumentación entre otras). También fueron de la partida administrativxs y mantenimiento.

Ahora, el paro del jueves contará con la participación activa de un importante sector de médicos y médicas de planta, que se suman a una huelga del Garrahan en forma novedosa. Decidimos colectivamente esta confluencia en la asamblea general abierta convocada por la Junta Interna de ATE, la Asociación de Profesionales y Técnicos y la Comisión CTIAP (lucha por la insalubridad).

También participaron representantes de la asamblea de residentes de Nación, con quienes coincidiremos en la jornada del jueves. Sucede que en los hospitales dependientes de Nación tanto residentes de primer año, como jefes e instructores, no cobran sus haberes hace más de dos meses. Por eso, y en rechazo a la paritaria de ajuste, paran el jueves y movilizan al Ministerio de Salud. Esta actividad también se votó en la asamblea general del Garrahan.

Con relación a la lucha, es un gran paso que crezca la participación en el marco de un plan de paros progresivos. La agrupación Naranja abogó por la unidad en sus materiales y recorridas con un planteo elemental: si más trabajadores y trabajadoras del hospital desarrollamos medidas contundentes, más cerca estaremos de conquistar nuestros objetivos. Aun con recorridos políticos y organizativos diversos, debemos rechazar cualquier división por tarea o sector, que en última instancia es funcional a la patronal. El recurso principal que tenemos son las asambleas democráticas para decidir y el plan de lucha escalonado para pelear.

La patronal teme como a la peste a esta unidad general, y seguirá buscando por diversas vías su ruptura. Su deseo actual es que la medida sea simplemente un “desahogo” y que el fin de año disipe al movimiento. Por eso es fundamental tener conciencia de que estamos en una pulseada que debemos afrontar con un plan de acción.

En términos políticos, la lucha del Garrahan esclarece el desastre en que se encuentra la salud y sus responsables. Finalmente, nuestra patronal es un Consejo de Administración con cuatro funcionarios nombrados por Nación (Fernández) y uno por Ciudad (Larreta). Ginés González García se llenó la boca hablando del “cuidado del personal de Salud” mientras la realidad es de un recorte salarial sin precedentes. En el Garrahan ni siquiera hay licencias por estrés -uno de los reclamos vinculados a la insalubridad. Los compromisos con el FMI y la defensa de la salud son contradictorios por definición.

Llamamos a apoyar activamente la lucha del Garrahan y a contribuir con su fondo de lucha, en defensa de las condiciones de vida de sus trabajadores y trabajadoras. Vamos por el 50%, el inicial equivalente a la canasta familiar, pagos adeudados a residentes, pase a planta de contratados/as, reconocimiento de condiciones insalubres y el conjunto de los reclamos pendientes.