Las concentraciones de los miércoles frente al anexo del Congreso protagonizadas por jubilados en lucha, replicadas en varias otras localidades del país, va teniendo cada vez más adhesión.

Van acercándose jubilados que vieron la lucha contra el DNU y la Ley Ómnibus y la brutal represión gubernamental con especial saña contra los mayores, participan de las asambleas barriales o populares donde han ido surgiendo comisiones de jubilados, concurren agrupaciones que se han recompuesto a la luz del brutal antiobrero ataque que está llevando adelante Milei, su gabinete y la casta de macristas y peronistas que le sostienen su gobierno.

Potencia la participación de jubilados el anuncio de la actualización confiscatoria del 27,18% de los haberes jubilatorios firmada por el renunciado Giordano (director de Anses) el 17 de febrero y anunciada cuando Anses está acéfala.

El bono de $70.000 que perciben los de la mínima de $134.446 -y en forma descendente hasta alcanzar los $205.000- es una nueva confiscación. Profundiza a todas luces el camino emprendido por Macri y continuado por Alberto Fernández. Suma directamente entre el 23 y el 25% a lo perdido en capacidad de compra durante los dos gobiernos anteriores.

Las jubilaciones se encuentran muy lejos de lo que se considera la canasta mínima jubilatoria de $600.000 y de la inflación que solamente en los meses de enero, febrero y marzo orilla el 65/70%.

La política del gobierno de Milei de tener superávit fiscal se hace a costa de reducir las jubilaciones, que están en jaque con el Rodrigazo (como el presupuesto de educación, obra pública y salud). El gobierno utiliza los fondos que le roba a los trabajadores para pagarle al FMI, que después de todo es el que exige el ahorro en la cuentas fiscales, partiendo de achicar las jubilaciones en primer término.

En este corto tiempo de gobierno saqueador se alzaron con un “ahorro” del 38% a costa de los jubilados respecto al año pasado, lo que equivale a un billón de pesos.

Milei vacía el Pami también

Milei también va por el ahorro en el Pami, que sigue intervenido por la casta. Plantea dejar de cubrir 36 principios activos incluí dos en el vademécum. Esto se suma a la falta de insumos, bocas de prestaciones, tratamientos y a los límites a la hora de conseguir los 5 medicamentos gratis (recetas electrónicas cuando no todos los mayores tienen o manejan celulares por ejemplo o pueden acceder a farmacias que atiendan).

Cayó la Ley Ómnibus. La presentan por partes.

La caída de la Ley Ómnibus, en medio de una crisis política con los gobernadores que protestan reclamando sus fondos y de la movilización llevada adelante por trabajadores, el movimiento piquetero, los sindicatos combativos, jubilados y las asambleas populares, ha sido un golpe a Milei.

Sin embargo, mantiene su empeño de avanzar con la motosierra y pasarla especialmente sobre los ingresos de los jubilados.

Va camino a imponer un aplastamiento total de las jubilaciones para llegar a un bono a la vejez o a la ancianidad, liquidando todo vestigio del 82% móvil y reflotando el negociado de la jubilación privada, es decir las AFJP, para quienes se sientan atraídos por la supuesta posibilidad de tener sus fondos de pensión (que han fracasado a nivel mundial) cuando sean viejos.

Forma parte de este plan seguir con el vaciamiento de la Anses con la licuación de los sueldos (menores aportes), con el trabajo en negro (que exime a los patrones de toda carga previsional no solo porque no pone lo suyo sino porque el aporte del trabajador implica un sueldo mayor y estar bajo convenio con todos sus derechos).

Y sigue vigente el intento de pasar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (formado por bonos de deuda del Estado y por acciones de las empresas más importantes de Argentina) al Tesoro para cancelar de un plumazo dicha deuda con los jubilados y vender a precio vil las acciones que codician empresas como Techint, Banco Macro, Banco Galicia y demás.

Sigue la lucha jubilatoria

En cada concentración, marcha y movilización, en cada asamblea popular, se exige el paro general y el plan de lucha a la CGT y a las CTA, sabiendo que la derrota definitiva de la política de los Milei y la casta exige la lucha unida de activos, jubilados, movimiento piquetero.

Se plantea formar parte activa de la Asamblea Nacional de trabajadores, piqueteros, jubilados, asambleas populares, cultura, derechos humanos, ambientalistas y pueblos originarios para abril. Se prepara una columna de jubilados y mayores en la concentración de 1 de marzo. Y la concreción de un plenario de organizaciones de jubilados para resolver los nuevos pasos de la lucha.

Vamos por la anulación completa del DNU, de los proyectos de leyes antiobreras y antijubilatorias y del protocolo represivo, por un aumento de emergencia para recuperar lo perdido., una mínima de $600.000 equivalente a la canasta básica jubilatoria, por el 82% móvil y una movilidad automática acorde a la inflación y al aumento de sueldos, por una moratoria universal para todos los que tengan la edad de jubilación sostenida con aportes extraordinarios de las patronales que se han beneficiado durante años con las eximiciones de aportes y con el trabajo en negro.

También luchemos por la incorporación de las Puam, las pensiones no contributivas y renta vitalicia a la escala de haberes de la jubilación ordinaria y a sus derechos plenos. No al traspaso al Tesoro del FGS. Devolución de lo sustraído por los sucesivos gobiernos. Restitución de los aportes patronales. No a los subsidios al capital. Defensa de los regímenes especiales y de las cajas provinciales, de Pami y de las obras sociales. Dirección electa por trabajadores activos y pasivos. Boleto gratuito y viviendas en comodato. No al pago de la deuda externa.

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