Una vez más, la empresa de transporte urbana Capital del Monte incumple con el pago a los choferes, los cuales van por el segundo día de paro total. Se les adeuda la totalidad de los haberes de mayo y parte del sueldo desde febrero.

La empresa no paga sueldos a pesar que recibe millones de pesos en subsidios y que aplica boletazos año a año ya que cuenta con el monopolio del transporte interurbano y el aval de todos los partidos patronales en la intendencia y el Concejo Deliberante.

La medida de paro por tiempo indeterminado fue antecedida por otros paros y refleja un reclamo genuino de los trabajadores que día a día son explotados con extensas jornadas de trabajo y sin un verdadero protocolo de salubridad en plena pandemia de coronavirus. Sin embargo, la empresa intenta usar esta medida de fuerza para reclamar más subsidios y el aumento de la tarifa del boleto.

Esta impostura por parte de la empresa deja a las claras lo que venimos planteando hace mucho: la necesaria apertura de los libros de la empresa para saber qué hizo con los millonarios subsidios que viene recibiendo hace décadas, aparte de servirse del Concejo Deliberante y el municipio para aumentar a capricho el boleto en todos estos años.

Los concejales renovadores, macristas y kirchneristas, el intendente y la defensora del pueblo se pusieron a disposición de la empresa para salir a gestionar subsidios, en un claro pronunciamiento en contra del paro de los trabajadores del volante. Los planteos de salida van desde pedir a la empresa que arme un sistema de carneraje a la lucha de los choferes para restablecer el servicio, o que la Justicia dicte una conciliación obligatoria en contra de los trabajadores.

Por otro lado, la UTA, que siempre fue funcional a la empresa, en vez de usar la fuerza del gremio para el triunfo de esta lucha e ir por los reclamos pendientes, aísla esta lucha. Inclusive levantó el paro de la empresa Brilla (de los mismos dueños), que brinda el servicio de transporte interurbano en la zona.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con los choferes y exigimos que se obligue a la empresa a pagar inmediatamente lo adeudado en sueldos, pedimos que se abran públicamente los libros contables de la empresa. Si los empresarios no pueden garantizar el servicio, que se estatice la empresa y se pongan a funcionar los colectivos bajo control de trabajadores y usuarios, que se garanticen salarios y condiciones de trabajo que cubran las necesidades y con unidades en condiciones para los usuarios.

Arriba la lucha de los choferes de Oberá.

 

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