Sindicales
20/5/2024
Misiones: la crisis social que derivó en una crisis política
Estatales en pie de lucha contra la motosierra de Milei y Passalacqua.
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Comité Provincial
Hasta la policía se sumó al reclamo salarial.
Por estos momentos, la provincia de Misiones está atravesando una grave crisis política que se agrava con el transcurso de las horas. Ello se debe al importante malestar en los distintos sectores de trabajadores públicos por los salarios de miseria que paga el Estado provincial.
Los docentes vienen protagonizando paros y movilizaciones desde el inicio del ciclo lectivo, ello pese a que desde la burocracia de UDPM y el gobierno trataron de garantizar el inicio de clases. Poco a poco los docentes de todos los niveles se fueron sumando, las escuelas y colegios de gestión pública y privada en estado de asamblea. La lucha docente creció cualitativamente y radicalizando sus métodos de protesta con marchas cotidianas y cortes de ruta.
Las y los trabajadores de la salud, por su parte, se encuentran llevando a cabo jornadas de paro y movilizaciones en los hospitales más importantes de la provincia. En el caso de estudiantes universitarios, la lucha contra los recortes a las universidades no se detuvo, son miles lxs lxs afectadxs por la reducción en las raciones en el comedor y en los cupos de los albergues, nada de lo cual fue repuesto. También los judiciales han llevado a cabo paros y jornadas de protesta, así como trabajadores de la empresa estatal de energía eléctrica (Emsa). En los últimos días la crisis escaló por el piquete de la policía frente al comando radioeléctrico por aumentos salariales, a los que se sumaron efectivos de la penitenciaría.
El modelo precarizador misionerista
Misiones es gobernada por el “Frente Renovador de la (Con) Discordia Social” hace más de 20 años. Se trata de una coalición política provincial que nace en el 2003 con un sector de radicales y peronistas replicando a nivel provincial la tentativa a “transversal” que impulsaba el kirchnerismo. Pese a que en el 2006 Eduardo Rovira pierde el plebiscito a través del cual pretendía reformar la Constitución provincial para poder ser reelegido indefinidamente en el cargo de gobernador que entonces detentaba, sigue manejando el poder político provincial desde la Legislatura. A través de los años logró consolidar un poder hegemónico, comprando a las oposiciones patronales circunstanciales y con un manejo clientelar del Estado.
El relato del misionerismo, es decir, una supuesta independencia política de los gobiernos nacionales, le ha permitido a la Renovación negociar en contra de los intereses de lxs misionerxs con el peronismo, luego el macrismo y ahora el mileísmo. La Renovación firmó el pacto fiscal durante el gobierno de Macri para trasladar el ajuste a la provincia y, durante el gobierno de Alberto Fernández, los bloques “misioneristas” en el Congreso alzaron la mano para votar el acuerdo con el FMI que legalizó la deuda ilegal y fraudulenta que condena a la miseria al pueblo argentino desde entonces. Es decir, que las penurias que viene soportando el pueblo misionero hace años tiene como responsable a la asociación antiobrera del gobierno de la Renovación con los distintos gobiernos nacionales.
Y en esta oportunidad las cosas no son distintas: diputadxs nacionales renovadores integran el bloque Innovación Federal que votaron la fracasada Ley Ómnibus y luego la nueva versión de esta, mientras que lxs senadorxs se aprestan a hacer lo mismo. La negociación con el gobierno de Milei se expresó en los votos de lxs diputadxs y la visita del ministro Guillermo Francos a la provincia; ocasión en la que prometió recursos nacionales para reactivar obras públicas paralizadas por el plan motosierra.
La situación de las y los trabajadores en la provincia es paupérrima hace muchos años, hablamos de los salarios del sector público y privado de los más bajos del país, siendo el Estado provincial el primer y mayor precarizador de trabajadorxs. En más de 20 años las condiciones estructurales que hunden en la miseria a las mayorías populares se han profundizado. Comunidades enteras sin acceso al agua potable ni a redes cloacales. La asistencia social proveniente de Nación ayudó en todos estos años a dar cierta contención a los sectores más empobrecidos. El monumental ajuste de Milei, del que el gobierno provincial es cómplice, agudizó este cuadro dejando a la clase trabajadora de la provincia en una situación insostenible, lo que aceleró la llamada conflictividad social.
Los uniformados devenidos en piqueteros
No es la primera vez que la policía de Misiones protesta, en el 2012 incluso se han acuartelado, generando ello protestas similares de las fuerzas represivas de otras provincias. La crisis política que ello generó en el paso y en la actualidad llevó a que desde el gobierno nacional se intervenga para evitar un efecto contagio. Frente a ello se anunció la conformación de un “comité de crisis” con autoridades del Ministerio de Seguridad de la nación, encabezado por Patricia Bullrich, y la intervención de Gendarmería en la provincia, lo que significa la militarización lisa y llana para hacer frente a las protestas que sacuden a la provincia. Lejos de dar respuesta a los reclamos salariales se plantea una salida represiva para disciplinar a los sectores en lucha. Como en el pasado buscará desarticular las protestas policiales y es importante que todxs los sectores de trabajadorxs en lucha tengan en claro que ni bien la policía logre un acuerdo conveniente volverá a ejercer su rol represor que este régimen le asigna.
Los demás sectores de trabajadores luchan desde las bases, arrancando las movilizaciones a las burocracias. Ejemplo de ello son los docentes que paran y se movilizan a pesar de las trabas que pone UDPM, no solo a través del cierre total de toda deliberación sindical, sino a través incluso de aprietes de autoridades del CGE que vienen de las entrañas de la misma burocracia celeste, como la circular firmada por Daniela López presidenta del CGE que prohibía las asambleas por “cortar con el servicio de la educación”, alineándose con la postura del gobierno nacional que concibe de esta manera la educación en detrimento del derecho a protestar de los docentes.
Los diputados y dirigentes de la UCR posaron estas últimas semanas como combativos defensores de la educación pública, cuando sus alianzas a nivel nacional dejan ver un oportunismo, ya que apoyan las leyes antiobreras de Milei como el paquete fiscal y la Ley de Bases.
Las y los trabajadores no podemos confiar en los burócratas ni en los ajustadores, debemos llevar adelante una salida de conjunto que defienda el salario igual a la canasta familiar (hoy de $828mil en Misiones), la educación y la salud públicas, contra el hambre, la persecución y la represión, en defensa de todos los reclamos. Salgamos de la atomización que proponen los burócratas y golpeemos con un solo puño el ajuste de Milei y Passalacqua.
