En la madrugada del miércoles el gobierno provincial y la dirección de los policías acuartelados llegaron a un acuerdo y se levantó el acampe policial. A su vez, en los días anteriores se conocieron los recibos de sueldos de los docentes y muchos de ellos, sobre todo en trabajadores de la primaria, presentaron descuentos por huelga que van de los 50 a más de 100 mil pesos. Además, en las últimas horas se conoció la ofensiva renovadora para evitar otra movilización a la Cámara de Representantes: por un lado movilización de aparato y obligando a todos los empleados públicos a participar de un enfrentamiento entre trabajadores y por otro lado apriete judicial a los dirigentes docentes que están en Posadas, pero también militantes, luchadores universitarios y luchadores de causas obreras en general como nuestra compañera Virginia Villanueva.

Claramente el gobierno acusa el golpe de efecto de las movilizaciones a la legislatura y a las casas de sus máximos dirigentes y decide avanzar a fondo con una política represiva digna de las etapas de la dictadura, primero tratando de cercenar el derecho a movilizarse y reclamar, y luego usando sus aparatos de espionaje para individualizar a dirigentes luchadores y atacarlos judicialmente -por ahora- tratando de esta manera de descabezar la lucha.

Ni un paso atrás, hasta alcanzar la victoria

Si bien la policía firmó un acuerdo por separado -olvidando el supuesto “pacto de caballeros” anunciado por su dirigente Amarilla de no levantar nada hasta acordar todos juntos- y el gobierno aplicó los descuentos por días de huelga esto no significa que la lucha haya menguado o que hayamos entrado en un retroceso. De hecho, la docencia contestó con nuevos cortes en las rutas nacionales que atraviesan Misiones y van a fondo en la lucha de cara a una posible mesa salarial el sábado 1 de junio, condicionada a que la patronal devuelva lo descontado y lleve una propuesta salarial real.

Mucho más cuando el gobierno nacional sigue avanzando en enormes ajustes vía corrida del dólar, aumento de los combustibles, vaciamiento de la educación golpeando directamente a los trabajadores provinciales, que si bien son empleados provinciales, no están exentos de los golpes al bolsillo por las políticas nacionales.

Hoy más que nunca hay que profundizar la lucha docente y de los trabajadores estatales en pos de lograr respuesta a todos los reclamos salariales y sus derechos laborales. Asimismo la lucha debe exigir la finalización de la judicialización de la protesta y la persecución a las y los luchadores populares; la devolución de los días descontados y la no sanción de aquellos que reclaman por sus derechos.

Qué hay detrás de la crisis de gabinete

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prensaobrera.com