Autoridades locales y provinciales han confirmado la muerte de tres obreros petroleros en la explosión de la refinería que pertenece a la empresa New American Oíl (NAO). El hecho sucedió cerca de las 4 de la mañana de hoy y han fallecido 3 de los 4 obreros que estaban en el turno noche. Los operarios que perdieron la vida en la explosión son Fernando Jara, de 34 años, Gonzalo Molina, de 31, y Víctor Herrera, de 58.

La enorme explosión se produjo en una empresa que viene siendo denunciada por grandes irregularidades. Es que la refinería tenía, en sus 8 hectáreas, tanques sin tapas con aceite y lagunas a cielo abierto con desechos hidrocarburíferos al lado de los tanques. La empresa había sido intimada por la Secretaría de Ambiente de la provincia, pero -como ocurre con los controles- el propio Estado no los hace cumplir. Gobierna, entonces, la ganancia empresarial.

Ph: Diario Río Negro.

El brutal incendio fue controlado en horas de la tarde gracias a la labor de bomberos voluntarios, lo que puso de manifiesto la falta de recursos para este este tipo de eventos.

Conocida la muerte de los obreros, la dirección del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, convocó a un paro general de la actividad en toda la cuenca hidrocarburífera. Sindicatos petroleros de otras regiones adhirieron a la medida de fuerza. El gremio no dice hasta cuándo será el paro y convoca a las empresas del sector a una reunión para este viernes al mediodía. Seguramente, y conociendo la tradición del gremio, luego de esa reunión el paro será levantado y no será garantizada por la dirección del sindicato la afectación de la producción.

Lo sucedido representa una masacre laboral y coloca nuevamente en escena la realidad laboral en la industria. Es que el cuadro de crecimiento de la producción energética tiene como uno de sus principales ejes la superexplotación laboral expresada en la intensificación de los ritmos de producción. Este aspecto nodal de la industria es consecuencia de la reforma laboral pactada por los gobiernos, las empresas y los sindicatos en el año 2017, con la cual se redujeron los obreros en las dotaciones y se permitieron clausulas flexibilizadoras. Esto se desarrolla en toda la industria.

Llamamos a los obreros petroleros a tomar en sus manos el paro decretado por la dirección del sindicato. Es este mismo sindicato el que pactó las cláusulas asesinas. Vamos al paro por la memoria y justicia de los tres compañeros y los demás asesinados por la voracidad empresarial. Junto al desarrollo de la medida que la burocracia levantará en breve es necesario más que nunca debatir un programa de salida: anulación de la adenda petrolera del 2017, comisiones obreras de seguridad e higiene electas por los obreros en los lugares de trabajo. Presupuesto para la seguridad laboral y seguimiento de las responsabilidades empresariales. La defensa de la vida obrera depende de esto.