El intendente Jorge Ferraresi y el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda (Stma), Hernán Doval, firmaron un principio de acuerdo para aumentar el salario municipal un 40% en cuotas para los próximos seis meses. De concretarse, sería una paritaria a la baja, toda vez que la inflación cerraría este año aproximadamente en un 100%.

El aumento estaría dividido en tres tramos: “un 15% en marzo, en mayo otro 12,5% y en junio también un 12,5% de aumento según lo informado por le mencionado sindicato” (Agencia El Vigía, 07/3). El gobierno municipal todavía no ha confirmado su concreción. Ferraresi está especulando, en el marco de la campaña electoral hacia su reelección como intendente.

Dicho incremento salarial, además, dejaría los ingresos de lxs municipales, que están fuertemente precarizados, por debajo de la línea de pobreza. Teniendo en cuenta que ese 40% se aplicaría sobre un salario básico que en la actualidad se ubica en los $34.000, la suba para mitad de año sería de $13.600, con lo que el básico pasaría a ser de $47.600. En un cuadro inflacionario, el cual es alimentado por el gobierno nacional y sus aumentazos, la política de la gestión Ferraresi es criminal.

El 40% de aumento es muy poco, no solo por lo dicho anteriormente, sino también por las previsiones inflacionarias para 2023. Según el Relevamiento de Expectativa de Mercado del Banco Central, el índice de precios podría llegar al 100%. En enero, la inflación fue del 6%, y en febrero se estipula un alza que estará entre el 5,5% y el 7%.

La orientación de Ferraresi está en sintonía con la política de techos paritarios del Ejecutivo nacional y también del provincial. Por otro lado, el municipio de Avellaneda explota el trabajo en negro (sin aportes jubilatorios, obra social, ART, aguinaldo o vacaciones pagas), en todas sus modalidades; utiliza cooperativistas, monotributistas, beneficiarios del Potenciar Trabajo, pasantes, y aplica jornadas de trabajo a destajo. Ferraresi demuestra así que el primer negrero es el Estado.

Las burocracias sindicales de los cinco gremios que representan a lxs municipales de Avellaneda (STM, Suma, Sutma, ATE y Upcn) son responsables de esta situación. El acuerdo paritario tuvo lugar a espaldas de los trabajadores, no fue discutido en asambleas.

Luchemos por nuevas direcciones sindicales clasistas y antiburocráticas, que defiendan los intereses de los trabajadores.