Los trabajadores municipales de Puan no han cobrado noviembre y no hay compromiso de pago a la vista. Como respuesta están parando desde hace varios días, cumpliendo solo con los servicios esenciales en el sistema de salud. Y durante este viernes estarán desarrollando una nueva movilización hacia el municipio para reclamar el pago de los salarios.

Después de la gran movilización del jueves de la semana pasada, los municipales quedaron a la espera de negociaciones con el Ministerio de Economía de la provincia. En el ínterin, los sindicatos y el recientemente asumido intendente Diego Reyes (JxC-PRO) firmaron un acta que solo compromete a los sindicatos a no impedir que quien “quisiera” ir a trabajar tuviera la “libertad” de hacerlo, y, por el lado de la Intendencia, es solo una promesa ambigua de negociación con la provincia.

El miércoles 12 los medios locales informaron que luego de dos días de negociaciones, el gobierno de Kicillof aportaría, recién para la semana que viene, un monto de 250 millones de pesos. Según el intendente y los sindicatos, ese monto no cubriría ni siquiera el 50% de lo necesario para el pago de los salarios de noviembre.

Lo que por ahora es solo un trascendido está muy lejos de resolver un conflicto que se seguirá extendiendo. La política municipal-provincial golpea fuertemente la economía familiar de los municipales y al resto de los trabajadores del distrito. En un distrito como Puan, incluso más que en otros, los trabajadores municipales y los servicios que prestan son centrales en el área salud, geriatría y recolección de residuos domiciliarios, por nombrar algunos.

El ajuste de Kicillof golpea en los municipios

Esto no es un rayo en cielo sereno. La política de ajuste recién comienza. En medio del conflicto, el Ejecutivo municipal envió el presupuesto para 2024 con una previsión de gastos de 10 millones de pesos. El presupuesto aprobado en diciembre del año pasado fue de 5 millones. Habrá que esperar a la rendición de cuentas para saber cuánto fue ejecutado en realidad, pero con los niveles de inflación actual y los que se pronostican para el año que viene (350%) está claro que vamos a una profundización del desfinanciamiento de los recursos municipales aún mayor para 2024.

Por otro lado, se aprobó una suba de las tasas municipales de hasta el 150% (TLVP), que recaerá sobre los bolsillos de los trabajadores del distrito cuyos ingresos aumentaron en promedio mucho menos que ese porcentaje.

Se trata de un ajuste de proporciones históricas sobre un presupuesto compuesto en más de un 80% por aportes de la provincia y que se destina especialmente al pago de salarios.

Sobre llovido, mojado. Los municipales de Puan que -como todos- son golpeados por las medidas anunciadas días atrás por el ministro Caputo, todavía no han cobrado el salario de noviembre, mucho menos el aguinaldo, y no tienen ninguna garantía del cobro de diciembre.

Reforzar el paro y extender la solidaridad a toda la provincia es el camino para triunfar. Hay que reforzar la huelga y darle un carácter de movilización permanente; esto, apoyado en asambleas y debatiendo con los compañeros y convenciéndolos.

El no pago de los sueldos municipales es un golpe a todo el pueblo trabajador de Puan. Y es un espejo en el que deben mirarse todos los trabajadores y el pueblo explotado de la provincia.

El Partido Obrero llama a la más amplia solidaridad y movilización hasta que los municipales cobren el salario de noviembre y obtengan garantía del pago de diciembre en adelante y especialmente del aguinaldo.

Los gremios con alcance provincial que organizan a los trabajadores de Puan (Fesimubo, Cicop) deben convocar un paro provincial y una marcha a la gobernación por el triunfo en este conflicto emblemático y por el salario de todos los municipales de la provincia.

¡Todas y todos con los municipales y su lucha!

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