Las jornadas de lucha que llevaron adelante los trabajadores de la salud de Neuquén los días viernes 16 y sábado 17, en el marco de una huelga histórica, se desarrollaron a la par de dos mesas de negociación en las cuales el gobierno intentó culminar el conflicto con sumas no salariales, el llamado “bono Covid”. A los $30.000 en tres cuotas, anunciados por el gobernador Omar Gutiérrez en conferencia de prensa días atrás, los funcionarios agregaron otros $10.000, quedando una propuesta final de $40.000 en cuatro cuotas.

La propuesta fue rechazada en forma unánime y categórica por todas las asambleas, tanto las que se desarrollan en los piquetes como en los hospitales. El mandato es claro, “no queremos sumas en negro, queremos recomposición salarial”.

El bono Covid que ofrece el gobierno tiene dos objetivos. Por un lado, a través de las sumas en negro busca pilotear ka situación hasta julio, fecha para la cual está pautada la paritaria para el segundo semestre. Por el otro, es un salvataje a la burocracia de ATE, Aten y UPCN que quieren recuperar la autoridad de la burocracia sindical para la discusión salarial del segundo tramo del año.

La negativa de discutir una recomposición salarial tiene profundas razones económicas, porque el gobierno reserva los recursos fiscales para el mantenimiento de subsidios a los grupos capitalistas y el pago de los compromisos de deuda. Pero también obedece a razones de órdenes políticos, ya que el gobierno depende de la colaboración de Carlos Quitrinqueo (ATE) y la burocracia sindical de los gremios estatales.

Quién es quién en la huelga de salud

Ante el enorme apoyo de la comunidad a la lucha de salud, el gobierno va tejiendo acuerdos con el conjunto de los partidos políticos con en nombre “del diálogo” para presionar por el levantamiento de la huelga y los piquetes, un objetivo reaccionario con un barniz democratizante. Es un recurso contra las medidas de acción directa, para dejar la discusión del salario en manos de la burocracia sindical.

Para este cometido, el fiscal general José Gerez invitó a la última reunión con los autoconvocados de la salud al presidente de la Legislatura, el vicegobernador Marcos Koopman, y al vicepresidente segundo Mariano Mansilla -hombre surgido de la CTA y socio directo del MPN en la capital-, quien insistió en que “ hay que profundizar el diálogo”. De hecho, la idea del llamado bono Covid fue ideada tempranamente por el sector del Frente de Todos que responde a Ramón Rioseco, que manda en el municipio de Cutral Co, asegurando que “la salida al conflicto de salud es política” (Diario La Mañana de Neuquén, 6/4).

A su vez, va quedando claro a los ojos de los luchadores el papel del gobierno nacional de Alberto Fernández. El miércoles 14 de abril el mandatario provincial se reunió con el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tras lo cual se le desplegó a la Gendarmería contra los cortes de Arroyito y Junín de los Andes. A la par, el secretario de Energía de Nación, el neuquino Darío Martínez, se pronunció contra los piquetes porque afectan el desarrollo del Plan GasAr de beneficios a la petroleras.

Todos los partidos, a excepción del Frente de Izquierda, respaldan a Gutiérrez en su estrategia para que los trabajadores/as de salud acepten el bono Covid y esperen una supuesta recomposición salarial para después de julio. Es una línea para reventar una huelga que tiene un apoyo popular sin precedentes.

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Huelga general

La huelga general aparece en la escena provincial como una necesidad para derrotar a Gutiérrez y ganar la recomposición salarial para los trabajadores de la salud. Condiciones para ello existen, como se vio el viernes cuando por la presión de las bases se impuso un verdadero paro general con medidas de docentes, judiciales, universitarios, legislativos y viales. La huelga general es la oportunidad para que muchos sectores que están bajo la acción de la burocracia puedan parar y mostrar su hartazgo, como podría suceder con los auxiliares de servicios y grandes sectores como Epas, Epen y docentes.

Importa avanzar en profundizar el paro en los hospitales, donde las tareas son sostenidas por sectores eventuales (precarizados al mango) y de profesionales. En ese sentido fue muy importante la resolución de la asamblea del hospital de Plottier, que votó un paro general del 72 horas formando comisiones de compañeros/as para lograr la adhesión de nuevos sectores.

El gobierno se presenta fuerte, pero es inocultable su crisis política. No puede volcar a su posición a la comunidad y la convicción de los compañeros/as es que la victoria puede concretarse. Para discutir y desenvolver la huelga general es clave la realización de un Encuentro de Trabajadoras/es, que sea un vehículo y una instancia de expresión de varios sectores.

Hay condiciones para ganar. Vamos por la huelga general y a reforzar los piquetes. Esta es perspectiva por la que lucha Tribuna Estatal y la Coordinadora Sindical Clasista.

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