Sindicales
7/10/2025
No es el "costo laboral": los salarios cayeron 40% desde 2017
Contra el lobby por las "reformas estructurales", el problema de la economía argentina no son las conquistas obreras sino el saqueo capitalista.
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Javier Milei.
El gobierno nacional insiste en que el problema de la recuperación económica está atado a la necesidad de una reforma laboral antiobrera y una reforma antijubilatoria para mejorar la "competitividad" de las patronales y sus márgenes de ganancias reduciendo el "costo laboral", sin embargo los salarios y jubilaciones acumulan una caída de hasta el 41% desde el 2017, dejando la línea imborrable de una misma política de ajuste de macristas, peronistas y “libertarios”, sin que las inversiones aparezcan: el saqueo capitalista es responsable de la crisis actual.
Según un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en base a datos del Indec, las jubilaciones por arriba de la mínima perdieron un 41% de poder adquisitivo respecto al promedio de 2017, seguidos por los salarios públicos con una caída del 33%, las jubilaciones de la mínima (con bono) con una pérdida del 23% y los salarios privados formales registrando una caída del 20%.
Se trata de una tarea compartida entre el macrismo, el peronismo y el gobierno de Javier Milei, con sucesivas devaluaciones y golpe de inflación, con negociaciones salariales con techos paritarios, que fueron liquidando el poder adquisitivo d ellos trabajadores, y modificaciones sistemáticas (al menos una por gobierno) de la fórmula de actualización de las jubilaciones para profundizar el robo a los jubilados.
Solo bajo el gobierno de Milei la devaluación de principios de gobierno y el salto inflacionario produjo un fuerte recorte de los ingresos populares, produciendo caídas salariales del 12% en privados formales y 22% en el sector público para enero del 2024. Mientras que el golpe a los jubilados se extendió al 30%, con un 25% de impacto para los que cobran la mínima. Con una recuperación posterior que en la mayoría d ellos caos no logró recuperar los perdido, acentuando la confiscación antiobrera.
Cabe agregar que estos números se corresponden a mediciones comparativas con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) con la metodología de calculo desactualizada: de utilizarse los hábitos de consumo actuales y la nueva metodología la perdida real de los salarios registrados, solo bajo el gobierno de Milei, asciende hasta el 11,2%.
Esto se da en el marco de una economía totalmente paralizada, con un gobierno que intenta pisar la inflación eliminando el consumo, y donde crece el endeudamiento y la morosidad de las familias obreras, en una situación que no parece tener ninguna salida a la vista. No se trata del "costo laboral", que se encuentra por el piso, sino del costo financiero que es resultado de los negocios del gobierno con los banqueros, y de del gran capital que concentra negocios dolarizados y con poder y libertad para de fijar precios.
La burocracia sindical al frente de los sindicatos y las centrales obreras viene colaborando con el ajuste del gobierno nacional, acatando la pauta salarial oficial del 1% contra una inflación superior, incluso en las vísperas de una nueva disparada de los precios con la devaluación que están preparando para luego de las elecciones de octubre.
Esto se expresa en el cierre de las paritarias de diversos gremios, como Camioneros, UPCN, Sanidad, Comercio, entre otras, y en las recientes declaraciones del burócrata de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, quien afirmó: “Hoy estamos con Alplax, Lexotanil, nos estamos bancando el 1%. A esta altura tenemos 15 puntos abajo (…) Tenemos argumentos de sobra para salir a la calle, y no lo hacemos, porque si nosotros lo hacemos cuanto dura el gobierno...”.
Este gobierno de narcos, estafadores y coimeros sigue en pie solo por su compromiso con las patronales en avanzar contra los derechos obreros y el salario, por lo que preparan una reforma laboral antiobrera para después de octubre, con el respaldo del peronismo y los políticos patronales. Hay que derrotar ya mismo a este gobierno para detener la ofensiva y abrir paso a las reivindicaciones y reclamos obreros y populares, junto al Frente de Izquierda Unidad y en la lucha en las calles.

