Por la mañana del jueves 8 de octubre se concentraron decenas de trabajadores de centros de contacto (call center) en la esquina de Avenida Maipú y Emilio Olmos, en la ciudad de Córdoba, para movilizarse alrededor de las 10:00 hasta la sede de la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centros de Contacto (Atacc). Con la participación de apoyo de algunas agrupaciones gremiales y políticas, se manifestaron en repudio al acuerdo paritario cerrado por la conducción del sindicato con la Cámara Argentina de Centros de Contacto (Cacc) y el Ministerio de Trabajo.

La iniciativa surgió al calor de grupos de autoconvocados que lanzaron una fuerte campaña en redes sociales, y ganaron el acompañamiento numerosxs compañerxs. El miércoles 30 de septiembre, entrada la tarde, el conjunto de los trabajadores recibía la noticia de que Attac había acordado con las patronales un adelanto miserable de 3.000 pesos a pagarse en octubre, y un nuevo llamado a audiencia para el 15 de octubre.

El sindicato conducido, por Walter Franzone, se ha ganado el merecido rechazo de parte de las y los trabajadores, que denuncian conductas mafiosas y burocráticas del secretario general. Es una realidad que se repite tradicionalmente en la vida gremial de la clase trabajadora argentina, y se agrava en estos sectores que sufren un porcentaje superior de informalidad y precarización laboral.

La precarización, a su vez, va en aumento, al ritmo en que se amplía el teletrabajo desde el domicilio dentro del gremio mientras las patronales no se hacen cargo de ninguno de los gastos domésticos adicionales que esto implica. La movilización tomó esta demanda muy sentida entre los operadores de centros de contacto.

Otra de las consignas que estuvo presente en la marcha fue el cese de despidos y suspensiones. Sucede que por esta senda ya han avanzado empresas del sector, en función de disciplinar y extorsionar al movimiento que se desarrolla en las calles. Los despidos no pueden pasar en este contexto de pobreza y desocupación creciente. Redoblar la movilización debe ser la base para lograr torcerle el brazo a estas presiones.

El camino de las movilizaciones y asambleas autoconvocadas e independientes de la conducción sindical marca un rumbo en esta etapa, donde el llamado pacto social entre las burocracias sindicales, las empresas y el gobierno se enfrenta con una agudización profunda de la crisis capitalista. La perspectiva de la organización, del impulso al frente único de lucha entre trabajadores de los call, está a la orden del día.

Por todo ello se está convocando a una nueva acción para el día 15 de octubre, que debe ser rodeada de participación. Basta de despidos y suspensiones; aumento salarial igual a la canasta familiar; por el pago adicional al teletrabajo; basta de persecuciones, libertad sindical; basta de precarización laboral.

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