Sindicales

10/2/2023

Organicemos el plan de lucha docente en la provincia de Buenos Aires

Las razones del no inicio.

Baradel y Kicillof.

Alberto Sileoni, el ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, y Roberto Baradel cerraron el 2022 descontando el “normal inicio” del ciclo lectivo 2023, una contribución a la campaña reeleccionista de Axel Kicillof. El secretario general de Suteba y dirigente de la Ctera y la CTA “de los trabajadores” fue al grano cuando declaró que el mejor plan de lucha docente es militar el triunfo electoral del Frente de Todos para que el “gobernador amigo” sea nuevamente electo en la provincia de Buenos Aires. Ni más ni menos que la estatización del Suteba.

Paritaria de ajuste

Como era de prever, y como resultado de una larga tregua que lleva años, enero transcurrió sin una oferta salarial del gobierno y sí con una paritaria condicionada por el techo que dibuja un 60% de inflación para todo el año. Esto, cuando enero volverá a marcar una inflación cercana o superior al 6% producto del aumento de la carne, los tarifazos de los servicios (promovidos desde el gobierno) y los boletazos en el transporte. La política oficial es aplicar el techo salarial con el concurso de Baradel y las burocracias kirchneristas en primera línea.

El 60% mentiroso le sirve a los Fernández, Massa y Kicillof para cumplir las metas de ajuste fiscal del FMI y a las burocracias integradas al Estado para imponer sumas en cuotas y a la baja presentándolas como aumentos “por encima de la inflación”. Un dibujo de exprofeso a sabiendas que las consultoras proyectan una inflación del 95% para 2023.

La Comisión Paritaria bonaerense, reunida el 31/1, pasó a cuarto intermedio en lo que ya es un juego repetido. Suteba y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) van a la paritaria sin mandato, se acomodan al ajuste de Kicillof, y, a fines de febrero, “convocan” de un día para otro a “asambleas” o “cuerpos de delegados” (sin preparación) para imponer la oferta del gobierno como un hecho consumado. La llamada “cláusula de actualización”, que siempre es tardía y va a la rastra de la pérdida salarial, no impide que los básicos sigan en cifras de indigencia y la escala salarial por debajo de la canasta básica. Estas cláusulas de seguimiento no implican un aumento inmediato y mensual según el costo de vida, que es lo que corresponde a épocas de altísima inflación.

Baradel y el FUDB han hecho del doble y triple cargo la jornada “normal” de trabajo. Estamos frente a la entrega de la jornada de trabajo histórica de los trabajadores de la educación que suma la preparación de las clases a la labor presencial en el aula. El sobretrabajo y la autoexplotación -que la burocracia promueve con la convalidación de los bajos salarios- dan cuenta de adónde apunta y qué finalidad tiene el convenio colectivo que negocian Suteba y Ctera con el gobierno.

Febrero y marzo van por el mismo camino o peor que enero porque suman los aumentos estacionales. Una propuesta que no tome en cuenta los casi 160.000 pesos que requieren los gastos inmediatos de alimentos y transporte para vivir, es simplemente una pantalla del ajuste.

Burocracia amiga de Kicillof y Sileoni

Preparando el escenario de “normalidad”, Baradel y la conducción celeste del Suteba sentaron doctrina en el congreso provincial del sindicato que lo “revolucionario” es ir todos los días a trabajar a las escuelas, no importan las condiciones. Critican los paros provinciales en defensa del salario y contra la precarización laboral y educativa -que convoca la Multicolor- por ser funcionales al “retorno de la derecha al gobierno”. La cantinela de Baradel es una adaptación completa a la restricción del derecho de huelga

Destrucción de la enseñanza pública

Una paritaria real -con paritarios electos por las bases y un reclamo fijado por las asambleas docentes- incluye la defensa de la educación secundaria y de toda la escuela pública frente a las reformas antieducativas (quinta hora en primaria). El “recule” de Sileoni que postergó el tratamiento de la reforma de la secundaria en el Consejo Federal de Educación es pura cosmética y también una adaptación de Kicillof a la campaña de Juntos contra el “populismo facilista” en la provincia.

Como lo desarrollan dos artículos de Prensa Obrera, la reforma de la escuela secundaria de Sileoni tiene mucho en común con la “secundaria del futuro” del macrismo. Detrás del relato “populista” o “neoliberal” sobre repitencia y promoción, hay un denominador común que es la precarización educativa y el vaciamiento del secundario o “adelgazamiento de contenidos” como lo llama Sileoni. Las reformas capitalistas son expulsivas porque buscan favorecer un rápido egreso del estudiante y una menor inversión en cargos y edificios escolares.

Prima la “educación para el trabajo” que subordina la educación al capital y circunscribe la educación secundaria a la provisión de mano de obra barata a los empresarios. La deserción, la repitencia y la sobreedad (mayor cantidad de años para terminar el secundario) son las caras más visibles del ajuste educativo y la miseria popular.

Convenio precarizador

La insistencia en el convenio colectivo que Suteba llevó a la paritaria de la provincia de Buenos Aires y Ctera a la paritaria nacional va por el camino de la cogestión del ajuste. No implica una ampliación de derechos sino la “legalización” de los contratos docentes a término sin derechos estatutarios, que ya son la forma “normal” de trabajo para decenas de miles de docentes bonaerenses precarizados. En manos de la burocracia integrada al Estado, el convenio es una avanzada contra el Estatuto del Docente. La prioridad es terminar con la precarización laboral y recuperar las paritarias con mandato.

Las tareas de la Multicolor

La lucha reivindicativa y por una nueva dirección docente -independencia del Suteba de todos los ajustadores capitalistas- son inescindibles. Es la Multicolor la que debe ponerse a la cabeza de la organización docente, impulsando asambleas autoconvocadas en las seccionales dirigidas por la burocracia y asambleas y cuerpos de delegados en las seccionales combativas con mandatos de lucha. Así lo planteamos desde Tribuna Docente el año pasado cuando algunas agrupaciones de la Multicolor declaraban ya en noviembre que “el año había terminado” y que había que prepararse para el no inicio de clases en el 2023.

Ya estamos en el 2023 y las condiciones se han agravado. Toda adaptación al año electoral y a la pasividad de la burocracia golpea la capacidad de lucha docente y le hace el caldo gordo a Baradel y Cía. que tomó nota de los masivos paros provinciales llamados por la Multicolor.

Organicemos el no inicio y un plan de lucha impulsando la deliberación docente y el plenario provincial Multicolor. El Congreso de Tribuna Docente debatirá estas tareas estratégicas y una política para llevarlas adelante.

Asambleas para impulsar un salario inicial no inferior a los 160 mil pesos, respeto a las categorías salariales del estatuto, fuera las sumas en negro y aumento mensual actualizado por inflación. Incorporación a las plantas orgánicas de todos los docentes precarizados, con plenos derechos estatutarios y sindicales. Vigencia efectiva del Estatuto del Docente. No a la quinta hora y a la reforma laboral en educación. No a las contrarreformas del gobierno. Aumento inmediato del presupuesto educativo para construir los edificios faltantes y para cubrir todos los cargos necesarios.