La paritaria salarial de la Asociación Argentina TIC, Video y Conectividad (ATVC) para la recomposición del salario de los trabajadores encuadrados en el Convenio Satsaid CCT N° 223, que agrupa a una parte de los trabajadores de las telecomunicaciones excable y agrupa a una buena parte de Telecom, Telecentro, Direct TV, entre otras empresas, finalizó luego de tres meses de estancamiento. La patronal y la dirección sindical pactaron un 22% para enero, 41,5% para febrero y un 37,5% para marzo sobre el salario de junio 2023 –más un adicional de un 10% por única vez a pagar con los retroactivos.

El acuerdo llega luego de tres meses de negociaciones. Entretanto, se produjo un paro parcial de tres horas, una movilización masiva y una conciliación obligatoria de 15 días que luego se prorrogó por cinco días hábiles más.

Si bien los aumentos parecen superar la inflación, en realidad se calculan sobre el salario básico de junio pasado; otro problema es la pérdida acumulada del 22% en 2023, por la devaluación primero de Sergio Massa y luego de Javier Milei. Las empresas no quisieron reabrir esa discusión, aunque embolsaron ganancias millonarias con los aumentos del servicio. Al no ceder el brazo en este punto otorgaron ese 10% adicional, que no altera la licuación del salario. La dirección del Satsaid, muy cercana al peronismo, permitió que caiga el poder adquisitivo de los trabajadores durante el gobierno anterior. Ahora con el gobierno de Milei sólo definió medidas aisladas y tardías llegando al estancamiento en la negociación. No se realizaron asambleas generales, ni medidas en los distritos y provincias ni ninguna visibilización.

Despidos

Telecom, además, comenzó a despedir tercerizados tomados con la contratación llamada “Plazo Fijo”: contratos a tres meses, si hay trabajo se renuevan, si no, se vencen. Esto fue previo al gobierno de Milei; este tipo de contratación se está volviendo normal, tanto la dirección del Satsaid como el anterior gobierno hicieron la vista gorda. Ahora, ante la caída de la producción, arrecian los despidos “encubiertos”. Tampoco la dirección llevó adelante una medida de lucha para defender estos puestos de trabajo. Además, la empresa que ya había realizado un plan de retiros voluntarios amenaza con despidos de personal de planta permanente.

También aparece malestar en las bases de trabajadores por el artículo 123 del convenio Satsaid CCT N° 223, que plantea que la primera cuota del aumento va a la organización sindical. Hasta ahora, la patronal se venía haciendo cargo de ese artículo y pagaba el doble el primer aumento. Sin embargo, en esta ocasión, solo pagó el 50% generando que el aumento en la primera cuota de enero, febrero y cuando depositen marzo sea de la mitad de lo pactado. Se aumenta el recorte al salario. Desde la Naranja en Satsaid planteamos la derogación de esa cláusula y que los aumentos vayan directo a los trabajadores o se hagan cargo las empresas.

Balance, vamos por un plan de lucha

Las negociaciones se estiraron en el tiempo dejando que se instale el atraso salarial y el ajuste sobre los sueldos. Paros parciales de tres horas no sirven. Se presentará un desafío similar para lo que resta de la paritaria marzo-junio 2024, debemos organizarnos para defender nuestro salario. Hay que organizar asambleas de base por distrito y votar un plan de lucha nacional con medidas y paros progresivos. Semejante ataque al salario debe ser enfrentado con una respuesta acorde, más si tenemos en cuenta que las patronales aumentan todos los meses el servicio a sus abonados y obtienen ganancias multimillonarias. Las medidas deben ser acompañadas con movilizaciones en los distritos con la finalidad de generar solidaridad en la población y que se visibilice el conflicto. Hay disposición de lucha, debemos organizarla para superar a la burocracia del Satsaid y que el sindicato sea finalmente de sus trabajadores.

Este plan de lucha debe empalmar con uno más general, exigiendo a la CGT que convoque un paro activo nacional y un plan de lucha hasta la huelga general contra la motosierra y la licuadora. Por un básico inicial de acuerdo con la canasta familiar que mide el Indec y se encuentra en alrededor de un millón de pesos en febrero, indexado a la inflación. Por el pase a convenio y planta permanente de todos los trabajadores tercerizados. Ningún despedido. No a los contratos a “Plazo Fijo”. No a la precarización laboral.

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