Se cumplió un mes del vencimiento de la paritaria de Comercio y seguimos sin acuerdo. Las patronales ya liquidaron los sueldos de abril sin aumento alguno cuando la inflación en marzo fue de 4,7%.

Suponiendo que la paritaria anterior (en 6 cómodas cuotas no acumulativas) hubiera alcanzado realmente el 45% anual, hemos perdido 9,7% de nuestro poder adquisitivo ya que el Indec informa una inflación de 54,7% para el mismo período (ver Chequeado, 16/4). Y si nos detenemos en los productos de primera necesidad, en los que gastamos la mayor parte de nuestro salario, la pérdida es de 19% (64% de inflación).

Las últimas informaciones, que los trabajadores nos enteramos por los medios, señalan la posibilidad de un ajuste salarial trimestral por la alta inflación. Pero si no se eleva el básico acorde al costo de la canasta familiar sólo estaremos perpetuaremos el salario de miseria.

Las patronales se excusan detrás de la crisis económica para avanzar también en una reforma (anti)laboral de hecho. El gremio se encuentra atravesado por despidos, suspensiones y flexibilización laboral en consonancia con las políticas del gobierno y el FMI para facturarnos una crisis que ellos provocaron. En esto encuentran a un socio clave en la oposición peronista y en Armando Cavalieri, que allanan el camino a un gobierno en crisis evitando la organización y lucha sindical y politica.

“Gestión” Cavalieri

Mientras los mercantiles somos testigos directos de los aumentos en las góndolas, desde la Federación de Empleados de Comercio (Faecys) se han limitado a sacar un comunicado donde señalan que pretenden acordar “una suba porcentual mensual más una suma fija en modo compensatorio por la pérdida del poder adquisitivo respecto del acuerdo anterior”. Plantea sumas en negro (no remunerativas) por la pérdida en lugar de una recomposición real del básico y no informa cuánto es el porcentaje reclamado a las cámaras empresarias del sector para este año, siendo que las patronales tienen bien clara su postura ofreciendo un mísero 12% de aumento. Mucho menos informa sobre medidas de fuerza a adoptar para quebrar esa propuesta, ni siquiera adhirió al paro del 30/4.

El resultado de las paritarias a espaldas de los trabajadores y sin medida de fuerza alguna nos llevó a tener un ingreso de pobreza. El salario básico promedio es de $28.372,22 mientras la canasta de pobreza está hoy en $28.750,94. Peor situación enfrentan los compañeros de call center, donde la negativa patronal a reconocer la insalubridad de la tarea los lleva a cobrar un salario incompleto.

Por un sindicato de los trabajadores

Cuando Ramón Muerza le disputó el sindicato a Cavalieri en 2018 muchos vieron la posibilidad de recuperar el sindicato para los trabajadores pues así lo señalaba él en sus discursos. Pero el “opositor” no pudo desenvolver la fuerza de los trabajadores a fondo por el acuerdo que mantiene con las patronales y hoy les suelta la mano a quienes lo apoyaron para acordar con Cavalieri un puesto en la Faecys. 

Existe en los mercantiles una disposición a echar a Cavalieri y un potencial de movilización y lucha por todas las reivindicaciones. Para desenvolver ese potencial, hay que organizarse de forma independiente a los dirigentes que tienen apetencias personales y ataduras patronales.

Debemos organizarnos por asambleas por lugar de trabajo que elijan delegados paritarios y un plenario de delegados para luchar por un salario mínimo igual a la canasta familiar que ya supera los $45.000, por la defensa de nuestros puestos de trabajo y mejoras en las condiciones laborales.

Fuera la burocracia sindical, organización colectiva por un plan de lucha. Salario mínimo igual a la canasta familiar. Indexación mensual por inflación. Reconocimiento de la insalubridad de los call center, 6hs pagas como jornada completa. Abajo la reforma laboral. Basta de despidos, flexibilización y tercerización laboral.