Trabajadores del subte se encuentran realizando un paro escalonado en las seis líneas y el premetro donde reclaman la desasbestización de toda la red. La acción se da luego del fallecimiento por cáncer de pulmón de uno de los operarios, Jorge Navarro, quien trabajaba en el taller de Constitución y estuvo expuesto a este material cancerígeno presente en vagones y material rodante desde hace años, pero reconocido oficialmente en 2018. Esto motivó su muerte según una auditoría médica.

Se trata de una sustancia que se deshace, con el uso, en microfibras cuya distribución espacial se sospecha que puede estar, además de los talleres y las formaciones, en túneles y estaciones. Está probado que su depósito es en el pulmón y otros tejidos humanos y puede producir enfermedades graves, incluyendo el cáncer. La manipulación y el uso de asbesto (o amianto) han sido, por eso, prohibidos por la legislación laboral de casi todos los países, incluyendo el nuestro. Se ha probado que varios casos de muertes por cáncer de trabajadores del subte de Madrid tuvieron esta causa.

Los trabajadores denuncian que hay toneladas de asbesto en las líneas del subte que no se están retirando y que, de 3600 empleados del subte, hay 2.700 que se expusieron a dicho material y que hoy permanecen en vigilancia médica. “Cada dos años se hacen estudios por cáncer porque tiene un período de latencia que puede ser de 10 años. Ya hay 107 con alguna afección por el asbesto”. A su vez, afirmaron que continuarán con estos modos de protesta hasta obtener las respuestas que les garanticen condiciones óptimas de salubridad, tanto para ellos como para los pasajeros.

La medida de fuerza reclama el retiro inmediato del asbesto de toda la red, el cambio de las flotas contaminadas, la declaración de emergencia para la línea B y el ingreso al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgo) de todos los trabajadores.

Vale destacar que los trabajadores del subte denuncian la presencia del material cancerígeno hace siete años y, gracias a la lucha, en estos años se han retirado 200 toneladas de asbesto. Sin embargo, el gobierno de la Ciudad no ha presentado un plan de desabestización total del subte, que debe ser el punto de partida para el reemplazo de las piezas que lo contienen, de las formaciones completas en caso de ser necesario y de la detección y limpieza en el resto de la red.

El motivo es muy claro: se busca evitar tanto la inversión correspondiente como sentar precedente para los juicios por enfermedad laboral que puedan producirse. También ocultar la responsabilidad del macrismo por la compra de material contaminado – además de obsoleto – a precio de 0km y el bajo costo de mantenimiento que estos representan para la empresa. Roban recursos públicos y atentan contra la salud de trabajadores y usuarios.

Es fundamental apoyar la lucha de los trabajadores del subte, en defensa de las condiciones de trabajo y la vida de trabajadores y usuarios.

La economía de Milei

Editorial de Gabriel Solano Episodio #33 de 14 Toneladas. –

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