La dirigencia del sector petrolero tuvo que parar por presión de la base hace unas semanas por la muerte de un trabajador en la ruta en malas condiciones. Ahora, tras cuatro días de darle vueltas al asunto, finalmente este domingo 21 por la noche se inició otro nuevo paro en Neuquén, Río Negro y La Pampa por la mutilación sufrida por otro obrero en Vaca Muerta.

Los récords de producción de Vaca Muerta, más la adenda flexibilizadora que firmó la burocracia sindical hace unos años atrás, condujeron inevitablemente a esta seguidilla de muertes y mutilaciones de la cuales, ahora, dice alarmarse la misma burocracia que firmó aquella adenda. En algunos yacimientos se ha cortado la ruta de acceso. Algo que no estaba en los planes de la dirección sindical.

El secretario general es elocuente en sus dichos, pero no convoca a desconocer la adenda y volver, al menos, a las condiciones laborales anteriores a la misma: “No existe en la cuenca un plan de capacitación o prevención de accidentes de parte de las ART, que son controladas por la SRT y por el Ministerio de Trabajo. Los trabajadores son un legajo que aporta dinero y solo sirven para batir récords de producción, mientras nosotros batimos récords de muertes”.

Esa adenda fue una exigencia de las patronales para incrementar los ritmos de producción a costa de condiciones de seguridad laboral. Es elemental que se comience por dejarla sin efecto. Por su parte está claro que las patronales no piensan retroceder un milímetro y han pedido al Ministerio de Trabajo de Nación que dicte la conciliación obligatoria, lo que éste no tardará en hacer.

El famoso Comité Mixto de Seguridad e Higiene Laboral que el sindicato firmó con las empresas es un cero a la izquierda y solo sirvió para calmar los ánimos luego de varios accidentes. El mismo secretario general en enero de este año, en plena campaña electoral, elogiaba la política de seguridad laboral de las empresas: “Destaco el trabajo que se viene realizando con las diferentes operadoras en la cuenca neuquina para mejorar la seguridad en los yacimientos y ante controversias que puede haber entre nuestro departamento de seguridad y la productora, que tome intervención la provincia, a través del Ministerio de Trabajo y que podamos dirimir cualquier tipo de diferencia que tengamos” (Vaca Muerta News 25/1).

Pasada la demagogia electoralista (el sindicato apoyó la candidatura oficialista del MPN en Neuquén), como en lo referido a infraestructura educativa, rutas, salud pública, etc., la realidad de la superexplotación y el ajuste laboral retoma la escena.

¡Anulación de la adenda petrolera! ¡Comisiones de seguridad e higiene electas en cada yacimiento por la base!

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