Sindicales

21/9/2022

Paro provincial multicolor por salario y contra la reforma laboral en educación

La lucha contra el ajuste.

“En esta instancia no se prevén modificaciones en las condiciones laborales con respecto al régimen académico”. Las declaraciones de Alberto Sileoni, titular de la cartera de Educación del gobierno de Kicillof, confirman que el “debate” sobre el nuevo régimen académico 2023 va mucho más allá de la polémica abierta por los cambios en materia de promoción (repitencia) en la escuela secundaria bonaerense.

Juntos por el Cambio le achaca al gobierno del Frente de Todos el querer disimular el fracaso educativo manipulando las estadísticas de retención y egreso de estudiantes de las aulas. Por las dudas, el voluble Sileoni retrucó que el nuevo régimen académico sigue en estudio y que se trata simplemente de un borrador sujeto a la negociación con la oposición derechista. La impostura a ambos lados de la “grieta” es tan descarada como encubridora porque lo que está en el centro de la crisis educativa es la gigantesca miseria social, la falta de recursos para infraestructura, los cursos superpoblados, el faltante de cargos docentes y el ajuste a la baja del presupuesto contra inflación que impide la construcción de escuelas para poder estudiar.

El “por ahora” (no habrá cambios en el régimen laboral) no tiene nada de inocente si se tienen en cuenta los antecedentes de Sileoni, un partidario declarado de la educación como un “servicio esencial”, es decir de docentes sin derechos sindicales ni de huelga. Alberto Sileoni quiere asegurarse el apoyo descarnado de las burocracias sindicales, y en primer lugar de Roberto Baradel y la conducción celeste del Suteba, para que Juntos por el Cambio no lo corra por derecha. Desde hace años, la “esencialidad” de la educación está en la agenda del peronismo.

Fue el propio Sileoni quien la palanqueó sin éxito en el 2014 para intentar quebrar la larga huelga docente de 18 días en la provincia de Buenos Aires bajo la administración de Scioli y Nora de Lucía. En esto de no quedar rezagado ante el PRO, el director general de Escuelas de Axel Kicillof toma nota de la campaña que están haciendo Cristian Ritondo, candidato de un sector del PRO a la gobernación bonaerense, y Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación de Macri y actual diputado nacional; ambos “amarillos” se pasean promocionando una ley de su autoría para imponer la obligatoriedad de las guardias docentes y la reglamentación de las huelgas, los días de paro.

En su última aparición en La Matanza, el dúo Ritondo-Finocchiaro eligió la sede del Partido “Socialista” en Tapiales para relanzar el proyecto de “educación esencial”. Desbocados, le achacaron a los docentes la pérdida de un total de seis años de clases por huelgas desde el 83 hasta la fecha llamando a “recuperar lo perdido”. Nada que envidiarle al facho de Milei.

Juntos por el Cambio vuelve a la carga con la “esencialidad” allí donde fracasaron Cristina y Macri en su afán por declarar ilegales las huelgas docentes. Está claro, la “reforma del régimen académico” de Sileoni es por un lado una amenaza abierta, y por el otro puro chamuyo que repite la dirigencia burocrática del Suteba y la senadora Raigada de la CTA de los “Trabajadores” de Hugo “Yanki”, para hacerle la segunda al ministro oficialista.

La susodicha Raigada presenta como un logro el avance “dialogado” de la quinta hora en primaria que extiende la jornada de trabajo en un gremio donde los salarios de pobreza obligan a trabajar dos y tres cargos para sobrevivir. La quinta hora es un “massazo” por la cabeza a la jornada histórica de la docencia y a la lucha por un salario igual a la canasta familiar por un cargo de cuatro horas. Pero además, ha sido bajo el kirchnerismo que la “modificación” del régimen laboral avanzó en la provincia de Buenos Aires hasta la instalación de un sistema de trabajo flexible que compromete a decenas de miles de trabajadores docentes que carecen de derechos de todo tipo, incluido el de huelga.

Los Fines y los “programas socioeducativos”, que cogestionan la burocracia del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) bajo el comando de Baradel y Cía, son la reforma laboral en la educación. En sus cuatro años de gobierno, María Eugenia Vidal le dio continuidad a este sistema paralelo y por fuera del Estatuto del Docente. Quienes como la senadora Raigada se jactan de que Kicillof preserva las condiciones laborales de la docencia, son los mismos burócratas que dejaron pasar los 22.000 despidos de los +ATR precarizados.

Mientras Sileoni lucra con el acompañamiento cómplice de la burocracia del Suteba y de los legisladores “sindicales”, el 28 de septiembre los docentes de Artística marcharán a la Dirección General de Escuelas contra la destrucción de las FOBAs. El zarpazo a esta modalidad viene del riñón íntimo del ministro Alberto Sileoni y del propio director de Educación Artística. La “reforma académica” es un ataque brutal a las formaciones básicas de las Escuelas de Arte de la provincia de Buenos Aires, y a sus trabajadores.

Que el PRO se circunscriba a la critica demagógica y por derecha del “facilismo”, mientras muestra los dientes para que se prohíban las huelgas docentes, dice mucho también sobre los acuerdos que priman en el Frente de Todos de los Fernández y Sergio “FMI” Massa con Juntos por el Cambio para someter la educación pública a la injerencia y control de los capitalistas. En las jornadas institucionales de secundaria, las autoridades educativas volvieron a invocar el caballito de batalla de la “salida laboral” para insistir con la “educación para el trabajo” que reivindica toda la burguesía y ocupa una centralidad en la Ley Federal y Provincial de Educación.

Sileoni, sin pelos en la lengua, aseveró que la escuela secundaria tiene que enfrentar la crisis educativa y la pospandemia “adelgazando contenidos”, es decir recortando conocimientos para dar cabida a una formación rápida ( efímera) y por lo tanto rudimentaria (descalificada) adaptada a la flexibilización laboral que exige el “mercado” capitalista. La insistencia en las “habilidades blandas” en el proceso educativo tiene como función ideológica el disciplinar a la futura mano de obra en su entrenamiento laboral a cargo de la escuela. Es el sambenito de la UIA y de todas las cámaras patronales en los Coloquios de Idea.

La “dieta” de contenidos acompaña a todas las contrarreformas educativas, está presente en todos los foros del capital y es parte sustancial del ajuste fondomonetarista sobre la educación pública para liberar recursos para el pago de la deuda externa. El rechazo a estas reformas antieducativas , que van siempre de la mano de la reforma laboral, destrucción de los salarios, y desconocimiento de los derechos del docente como trabajador, exige una delimitación profunda con los nacionales y populares y en la provincia de Buenos Aires con el gobernador “amigo” de la burocracia, Axel Kicillof.

El paro multicolor del próximo 27 de septiembre, coincidiendo con el paro de los trabajadores estatales convocado por ATE, unirá la lucha por el salario y la reapertura de las paritarias con el rechazo activo a las modificaciones reaccionarias de los regímenes académicos (reforma laboral y precarización educativa). El 27 con paro y movilización, y el 28 marchando en defensa de las Fobas de Artística a La Plata, el plenario provincial de delegados multicolor planta bandera de 48 horas de lucha contra el ajuste de Kicillof y Sileoni, y la entrega de la burocracia de Yasky y Baradel.