Sindicales
12/12/2022
Paros de Salud en la provincia de Buenos Aires
La conducción yaskista de Cicop frena, la Marea Blanca lucha y sigue.
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Movilización del Posadas. Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografia
El pasado 7 de diciembre se realizó un paro de 24 horas de la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) para “visibilizar“ la reapertura de paritarias y el reclamo salarial, que no define. La dirección de la Cicop, integrada por el PCR y el MST, no resolvió un plan de lucha sino acciones de presión en cuotas para canalizar la bronca de la Marea Blanca hospitalaria, evitando una confrontación con el gobierno de Kicillof.
Con el Presupuesto 2023 en pleno acuerdo con la oposición derechista, y una partida para salud que es menor a la de la ley de leyes 2022, la tarea de una dirección sindical es la de organizar la lucha de miles de profesionales de la salud y médicos residentes por el salario con independencia del gobierno ajustador. Los limites de la dirección “izquierdista” de la Cicop son, ante todo, de orden político y de sumisión al kirchnerismo.
El PCR, que dirige la Cicop, es parte del Frente de Todos y acompaña el curso fondomonetarista que llevó al pacto de los Fernández y Massa con el FMI. A poco de que llegue al recinto, el PCR integra el pelotón de partidos del régimen que apoya la ley de leyes de Kicillof para pagar la fraudulenta deuda externa bonaerense. En agosto de este año, la Cicop rompió con la Fresposa de la CTA “Autónoma” para conformar la Fesintras, que se integró a la ultraoficialista CTA Yasky.
El MST va a la saga de esta política, compartiendo orgánicamente la dirección de la Cicop. Toda la dirección de la Cicop se negó en su momento a que el ingreso a la CTA “de los Trabajadores” fuera sometido a consideración y votación en asambleas de los hospitales.
Los primeros efectos de esta subordinación al yaskismo se ven en la hostilidad de la dirección de la Cicop a la lucha independiente de los médicos residentes de provincia y en particular a la asamblea y cuerpo de delegados en lucha. Como el PCR, también el MST opone al movimiento de los médicos concurrentes “un espacio dentro de la Cicop”, un camino para estrangularlo. La “unidad de los trabajadores de salud” es manipulada por la dirección de la Cicop para disciplinar una lucha ajena, reservándose el monopolio de la negociación paritaria.
La lucha de los residentes
La Marea Blanca en provincia fue progresando a base del reclamo de $205.000 de salario inicial, y de la soberanía del movimiento, replicando la extraordinaria lucha de los residentes de CABA. Ahí radica su fortaleza y por eso se movilizaron tres veces a La Plata. Como contrapartida, el 7 de diciembre, el paro de 24 horas de Cicop evitó concentrar fuerzas sobre la gobernación y el Ministerio de Salud, que deben ser el foco de toda lucha efectiva si se quiere romper el cepo salarial y conquistar una paritaria acorde a las necesidades de los trabajadores.
Cicop se subió al carro de las burocracias sindicales kirchneristas que “reclaman” paritarias para la tribuna y le escapan como la peste a toda huelga general y prolongada para quebrar el ajuste de los salarios y jubilaciones. Dentro de este confín de oficialistas, Baradel y Yasky son quienes van más lejos en su repudio a las huelgas, elaborando la teoría antiobrera de que los paros docentes son contrarrevolucionarios bajo un gobierno peronista, y que lo “revolucionario” es estar en las aulas.
La acción local de Cicop se limitó en la capital provincial a una carpa sanitaria con un sonido precario, con un evidente afán por despolitizar los reclamos despegándolos de toda denuncia del Estado patrón. Sin asamblea, la Cicop marcó el paso en el mismo lugar. Como viene sucediendo, la mayor parte de los presentes el 7 fueron los médicos residentes agrupados en la Comisión Provincial de Residentes (CPR).
La lucha por los $205.000 de inicial para los residentes sigue siendo el factor dinámico, unificador y aglutinante de un movimiento que organiza a la franja más precarizada de los profesionales de la salud bonaerense, pero que levanta bandera para todos los trabajadores de la salud. Mientras la posta sanitaria armada el 7 por la Cicop frente a la Legislatura se disolvía intrascendentemente, la CPR marchó a la gobernación para denunciar la negativa de Kicillof a recibirlos. El operativo tenazas sobre la CPR combina el boicot de la Cicop con el portazo del gobierno amigo de la burocracia sindical.
La yaskización de la Cicop debe ser combatida desde adentro y desde afuera para que no termine convirtiéndose en un aparato de cogestión con Kicillof: la ruptura con la Fesprosa del también oficialista Cachorro Godoy y asociados no pasó la prueba de la Marea Blanca.
Vamos con los residentes
El lunes 12 la bancada del Partido Obrero y del Frente de Izquierda convocan a una reunión para organizar el rechazo activo a las leyes de ajuste fiscal y mayor endeudamiento. La presencia de los residentes de la provincia de Buenos Aires en la marcha contra el presupuesto de Kicillof y Juntos por el Cambio -el día que se trate- es una oportunidad para reafirmar la lucha por los $205.000 de salario inicial y por todos los reclamos de Salud. Los paros aislados no “acumulan” sino que desgastan y encorsetan al movimiento de los médicos residentes y de todos los profesionales de la salud.
Como en CABA, hay que preparar -parando, marchando y con asambleas- la huelga continuada de los médicos residentes. Que Kicillof reconozca a la CPR como la representación de los médicos residentes en lucha. Ningún cierre de la paritaria de salud al margen de la Asamblea General de los Hospitales. No al presupuesto de ajuste.
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