Finalizada la conciliación obligatoria, Perfil ratificó el despido de siete periodistas. La conciliación había sido dictada luego de una semana de paro general y frente al acto masivo convocado por el plenario de delegados, que reunió a centenares de compañeros en la puerta de la editorial.

La patronal decidió mantener la totalidad de los despidos a pesar que, durante la conciliación, cuatro de los siete periodistas habían decidido aceptar la indemnización.

En los días previos, una asamblea general mandató a la comisión interna a retomar el paro si la empresa mantenía su posición. Al mismo tiempo, lanzó la iniciativa de exigir un bono de fin de año para paliar la inflación creciente. El paro se mantiene fuerte, logrando la adhesión de los principales columnistas del diario. Existe una clara convicción entre los trabajadores de que se viene un ajuste profundo. Ya está anunciado un nuevo plan de retiros voluntarios en el sector de Fotografía, un objetivo patronal recurrente que ya fue frenado el año pasado con diez días de paro. Para los próximos días se ha convocado a un nuevo acto en la puerta de la empresa, y a movilizaciones y asambleas en todos los medios periodísticos de la Capital.

La negativa empresaria a negociar preanuncia las futuras medidas de ataque a las condiciones laborales de los trabajadores, con el objetivo de condicionar con salarios a la baja la paritaria entrante del gremio de prensa. Perfil es conciente del rol jugado por la asamblea de trabajadores de la empresa en el gigantesco proceso de lucha que se dio este año en la paritaria de Prensa Escrita, que quebró las paritarias regimentadas del kirchnerismo.