Sindicales

18/7/2020

Pesca: la dirección del Somu entregó la huelga y el convenio colectivo

Ante la presión de las cámaras empresarias y el gobierno nacional.

Tras una audiencia auspiciada por el Ministerio de Trabajo de Nación, a puertas cerradas, la dirección del Somu y las cámaras de la pesca (Capeca y Capip), se firmó un acta acuerdo que significa en los hechos la entrega del convenio colectivo de trabajo.

Esto tras un poderoso paro general y piquetes en las rutas y en las plantas procesadoras de langostino, ambas acciones arrancadas por las bases, con epicentro en los puertos de Mar del Plata, Puerto Madryn y Puerto Deseado. Un proceso de lucha que ha sumado a su vez a trabajadores y trabajadoras nucleadas en el Stia (alimentación), que procesan langostino en las plantas en tierra, una lucha que sigue en pie con paros y piquetes en Chubut y Santa Cruz, frente a convenios salariales vencidos el 31 de mayo, que las cámaras se niegan a actualizar.

La entrega

El acuerdo fijó una cotización fija del dólar de referencia de 65 pesos brutos, que representan 51,35 netos. Para alcanzar ese valor se liquidará 43,48 brutos remunerativos y 17 como “compensación sobre producción” en carácter de no remunerativo de manera excepcional. Lo que se ha modificado de manera “transitoria” debido a “la situación excepcional por la que atraviesa nuestra Nación en el marco de la pandemia por Covid-19 de alcance mundial” fue el artículo 24 del convenio colectivo del Somu que fijaba un “sueldo proporcional por producción” y establecía: “este concepto se liquidará en función del tonelaje neto de producto congelado, descargado (…) Se tomará como referencia para efectuar la liquidación del sueldo proporcional por producción, el [90%] dólar referencia del Banco Central de la República Argentina, al DÍA de la descarga”. Esto significa que fijar en pesos (65, que en el neto termina siendo de 50,7 según denuncian los trabajadores del sector) significa la pesificación (a la baja ya que el dólar oficial está en 71,47) de un convenio que defendía ingresos en dólares, con la cual los empresarios de la pesca harán fortunas en dólares, si sucede una devaluación del peso.

Esto tiene un solo nombre: la pandemia utilizada como ariete por los capitalistas para arrebatar conquistas laborales y mejorar sus tasas de ganancia, con el concurso de la burocracia sindical y los gobiernos que en este caso con un discurso “nacional y popular” resulta en los hechos absolutamente propatronal.

Por otro lado, se acordó una “recomposición” sobre el salario básico que finaliza el 31 de marzo de 2021. El básico para el marinero de planta del congelador langostinero, merlucero y centollero estará en 18 mil pesos desde el 1° de agosto y en 24 mil desde el 1° de diciembre.

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El rol de Moroni y el Ministerio de Trabajo a favor de los empresarios

Cabe destacar que el Ministerio de Trabajo, conducido por Claudio Moroni, no intervino de un modo “neutral”, sino que lo hizo directamente en favor de las empresas. El lunes 13 de julio dictó una conciliación obligatoria que fue acatada por el Somu un día después, pero no así por las empresas pesqueras, que mantuvieron amarrados los buques en un verdadero lock out patronal pesquero, y utilizaron como excusa la “logística” para transportar a los marineros desde diferentes provincias a los puertos patagónicos y los hisopados para detectar Covid-19 que requiere el embarque.

En los hechos, la conciliación del ministro Moroni sirvió para desactivar la lucha que los marineros imponían desde las bases. Siendo los permisos de pesca otorgados por Nación, no se aplicó ninguna sanción para el lock out patronal de las cámaras.

Abajo la burocracia sindical, por una política independiente y clasista en los sindicatos

Este conflicto, que seguramente tendrá nuevos capítulos, permite sacar conclusiones políticas. Es un anticipo de la hoja de ruta que ha diseñado el gobierno de Alberto Fernández junto a la CGT y la UIA: acuerdos sectoriales, para avanzar en la consolidación de condiciones laborales más flexibles impuestas bajo la presión de la pandemia, para hacer frente a los posibles focos de resistencia de manera escalonada. En este sentido se inscriben las reuniones multisectoriales en Casa de Gobierno convocadas por Gustavo Béliz (secretario de Asuntos Estratégicos), el mismo Claudio Moroni (ministro de Trabajo), las centrales sindicales (CGT y CTA), la Unión Industrial, la Cámara de Comercio y a referentes de la OIT. Una tertulia más “inclusiva” que la del 9 de julio, dominada por la presencia de los principales grupos empresarios del país -el llamado G6.

La entregada fenomenal de la dirección del Somu debe ser puesta en este contexto, y refuerza la importancia de reagrupar a todos los que luchan en el movimiento obrero junto al sindicalismo combativo, para establecer un canal de organización y lucha frente al “pacto social” antiobrero que la pandemia “facilita” poner en marcha a las patronales, el gobierno y la burocracia sindical de todos los pelajes.

Acta donde se consuma la entrega del convenio

https://prensaobrera.com/sindicales/la-cgt-la-uia-y-el-gobierno-discuten-la-postpandemia/