Sindicales
3/10/2025
Petroleros: un acto para justificar la pérdida salarial
La revisión salarial de septiembre no existió.
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Corresponsal.
La paritaria del sindicato petrolero es anual y vence los 31 de marzo de cada año. La correspondiente al período 2024-2025 la cerraron en junio, con un incremento para el primer trimestre de este año del 4,3% (por debajo de los IPC de ese período). Y firmaron la paritaria para el período 2025-2026 que llega hasta el 31 de marzo del año que viene del 12%. Una nueva baja salarial. Para hacerla mas potable colocaron una cláusula de revisión en septiembre.
La última semana de septiembre el sindicato convocó a un gran acto (que la dirigencia sindical denomina asamblea, pero donde solo tienen la palabra los dirigentes). Además de promover su partido político, aprovechó la oportunidad para convocar a apoyar electoralmente el 26 de octubre a los candidatos del gobernador, al cual agradeció además la concesión de ventajas impositivas (exención del pago de Ingresos Brutos y rebaja de regalías) para las empresas que exploten áreas convencionales, condición que impusieron las patronales para planificar la reincorporación de más de 800 despidos.
Concretamente en lo salarial, el dirigente sindical debería haber informado los resultados de la revisión pactada cuando se firmó la paritaria 2025-2026. Esta paritaria contempla incrementos salariales del orden del 3% por trimestre (menos de 1% mensual). Ya conocidos los datos de los IPC del 2º trimestre del 2025, queda en evidencia que la inflación fue más del doble de lo acordado por la dirigencia sindical.
Así que el acto era la oportunidad donde el secretario general, Marcelo Rucci, explicara lo obtenido en la revisión del mes de septiembre. Lejos de ello, en lo salarial solo pudo anunciar un aumento del porcentaje del ítem zona (no del básico),y el pago del salario durante cinco años a los deudos de todo obrero petrolero que fallezca en un accidente laboral. Ni una palabra de recuperar el poder adquisitivo perdido en el segundo trimestre del 2025. Lo anunciado no compensa que el salario petrolero en lo que va del año en curso, haya perdido respecto a los IPC del primero y del segundo trimestre por paliza.
Se concreta así la línea de rebaja salarial que es la constante en las sucesivas paritarias, lo cual provoca que, para sostener el poder adquisitivo, haya que estirar las jornadas laborales con horas extras, aumentando los riesgos laborales en una industria de alta siniestralidad. Para las empresas, pagar decenas de miles de millones de pesos menos en salarios mes a mes es una gran ventaja en relación a la “competitividad” que reclaman. Pero eso termina todo en sus ganancias, no en beneficio del laburante.
Por otro lado, el pago de una especie de “seguro” salarial a las familias de los fallecidos es una invitación a una mayor flexibilización de las condiciones de seguridad laboral en los yacimientos. Algo muy grave. Para las patronales es comprar por chirolas la vida de sus trabajadoras/es. La férrea adaptación a las empresas y los oficialismos (incluso en lo electoral) de parte de la conducción sindical, debe ser puesta en tela de juicio por las bases.
No hay discurso encendido o demagogia que pueda ocultar que cada día más las y los obreros del petróleo están a merced de la superexplotación patronal. Se debe abrir una lucha desde abajo para que las asambleas sean tales, no actos donde solo hablan los dirigentes, los que prevalecen sobre la base de una regimentación sindical y manipulación de toda la organización. Cuestión en la que cuentan con la complicidad del Estado y las patronales. Nacionalizar toda la industria energética bajo control obrero y recuperar al sindicato para una política de y para la clase obrera petrolera, son tareas que van de la mano.
