La UOM protagonizó, la semana pasada, otra seudomovilización inspirada por la cámara patronal metalúrgica, Adimra.

En un documento común de UOM-Adimra, se reclama que los vehículos producidos en el Mercosur tengan como mínimo un 50% de contenido nacional y que las terminales produzcan tantos vehículos como venden, o sea compensar las importaciones con exportaciones. Además, pide que no se apliquen “preferencias arancelarias para la importación de autopartes o vehículos terminados ni tampoco se deberá admitir cualquier otro tipo de subsidio o beneficio que perfore el arancel externo común”.

Pero en un documento que la UOM firmó con Adefa (cámara automotriz), diez días antes, se planteaba exactamente lo contrario: “que exista una reducción arancelaria a favor de los productores en la importación de vehículos, a fin de complementar la oferta de los vehículos nacionales, dentro del esquema de la especialización”, y que “la libre circulación de vehículos dentro del Mercosur regirá sólo para quienes, fehacientemente, estén instalados o produciendo en ambos países”.

O sea que, mientras por un lado, Lorenzo Miguel firma el reclamo de las patronales automotrices contra las importaciones de autos de sus competidores asiáticos y por una rebaja de aranceles a la importación de las autopartes, por el otro reclama que se le reserve a las patronales nacionales autopartistas un mínimo del 50% en la provisión de esas autopartes. La incoherencia de la UOM ha llegado al extremo de que aun cuando se desinteresa por las reivindicaciones obreras, no logra hacer un planteo pro-patronal homogéneo. A esto la lleva querer quedar bien con Adimra y Adefa al mismo tiempo, o sea recibir prebendas de todos los sectores patronales.

El PO plantea:

– Subsidio de 700 pesos a todo compañero suspendido o despedido.

– Derogación de todas las leyes y normas de flexibilización laboral.

– Ocupación de toda fábrica que suspenda o despida.

– Reorganización de toda la industria automotriz y metalúrgica bajo control obrero.

– Congreso de delegados de la UOM y el Smata para poner en marcha este programa.