La junta electoral, integrada en su totalidad por representantes de la Lista Azul del ‘Gitano’ Cavalieri (84), a través de diferentes maniobras ha dejado afuera a la lista antiburocrática Negra y Roja. Por un lado, retrasó la entrega de las planillas de avales oficiales, como establece el Estatuto con sello y firma de la junta electoral, a una semana previa al vencimiento del plazo, en el cual debían presentarse más de 1600 avales. Los delegados de Cavalieri, ‘vacunaron’ el padrón, falsificando avales para su lista, juntando firmas con diferentes excusas como “anótate para votar” o “notificate que podés votar” y ocultando que eran avales a la lista azul. Por si esto no alcanzara, Cavalieri compró a tres delegados integrantes de la lista Negra Roja, que a último momento desaparecieron con cientos de avales que estaban en su poder.

La proscripción de la lista Negra y Roja tiene que llamar la atención. Cavalieri actuó para que haya solo dos listas en la elección. Recordemos que en la elección anterior la Granate Morada de Ramon Muerzo empató o incluso lo supero en votos y, mediante el acompañamiento del fraude a favor de Cavalieri por el Ministerio de Trabajo macrista, le birlaron la elección. Cavalieri no busca dividir a la oposición, sino que prefiere bloquear un canal independiente de reagrupamiento y ruptura con la contención patronal que implica Muerza y la Lista Azul. Percibe el mar de fondo en un gremio agredido por la reforma laboral de hecho y la presión patronal criminal durante la pandemia. Los que integramos la lista Negra y Roja, durante todo este periodo, denunciamos la complicidad de las dos fracciones patronales que ahora se disputan el gremio, su borrada frente al Covid, la entrega de Garbarino, el convenio negrero en los call center, los part time en supermercados y el banco de horas en comercios y shoppings.

Una cuarta lista se presentó, la Verde-Amarilla, integrada por dos agrupaciones, Juventud Mercantil y UTC (Unión de Trabajadores de Comercio). Estas agrupaciones estuvieron adaptadas a la Azul de Cavalieri en este periodo, pero alguno de sus principales referentes participó de iniciativas impulsadas por la Naranja de comercio. Una lista unitaria entre ambos reagrupamientos estuvo en debate, pero fue obstaculizado por el papel dirigente (apoderado) de un delegado denunciado por abusos. Esta lista fue impugnada por la junta electoral, primero un candidato que fue reemplazado y luego 400 avales ‘repetidos’ con otras listas. De esta manera solo quedó en la elección Muerza y Cavalieri, que va por su décimo mandato.

Incluso con todos sus límites, una tercer lista hubiera sido un canal de ruptura con los dos bloques mayoritarios de la burocracia sindical de comercio, por eso también la dejaron afuera. El Ministerio de Trabajo avaló la manipulación de la asamblea que eligió la junta electoral: ingresó sin control a los que iban a votar a la azul, y ahora dejó correr la proscripción de las dos listas opositoras. Seguramente va a apoyar el fraude a consumarse el 15 de septiembre, or eso el sector de Muerza está en campaña para que caiga el ministro Moroni, único sobreviviente de los nominados por CFK.

El fraude en comercio, la organización sindical más grande del país, es cuestión de Estado. No solo tiene el “siga, siga” del ministerio, sino que la justicia también dilata una respuesta a las presentaciones judiciales realizadas.

La situación del gremio es una muestra del país. Los burócratas patronales son millonarios mientras un part time de super o un pibe de un call center apenas cobra 50 mil pesos. Quienes quieren enfrentar esto lo hacen con la izquierda y el movimiento piquetero, como hicieron quienes fueron golpeados por denunciar lo que sucedía frente al covid, los trabajadores Swist Just o Garbarino. La pelea por el control obrero en la aplicación de protocolos, las autoconvocatorias por los bonos y la lucha en los calls centers presentan un gremio agitado que necesita abrir un canal para irrumpir, por eso Cavalieri prefirió que no haya una tercera lista. Incluso cuando, en algunas empresas, la lista de Muerza volanteaba sin firma, los delegados azules gritaban “son los zurdos”. De alguna manera la experiencia en comercio plantea la necesidad de superar a ambas expresiones del peronismo, Muerza y Cavalieri, poniendo en pie un nuevo movimiento popular con banderas clasistas y socialistas.

En las elecciones de la SEC, frente ala proscripción de las listas, la agrupación Naranja de Comercio hace un llamamiento a todas las agrupaciones antiburocráticas a impulsar un frente único de lucha y el llamado a votar en blanco en las elecciones el 15 de septiembre. Impulsemos el reagrupamiento para luchar por el salario y las condiciones de trabajo, para enfrentar los despidos y por una salida de los trabajadores a la crisis.