Las medidas de fuerza de 48 horas de paro los días 3 y 4 de octubre, que dan continuidad al plan de lucha Multicolor, convocado por las seccionales, congresales y delegados en un plenario provincial con mandato de más de 5.000 docentes, se iniciaron con una contundente adhesión: 95% en Marcos Paz; 90% en Cañuelas y Ensenada; 80% en Matanza, Lomas de Zamora, Bahía Blanca, Malvinas Argentinas y José C. Paz; 60% en Florencio Varela; 50% en San Miguel, para dar algunos ejemplos

La masividad del paro destaca por sí misma, pero mucho más porque se abrió paso a pesar de un fuerte operativo de estigmatización, falsedades y aprietes del gobierno de Axel Kicillof y de la burocracia sindical de Roberto Baradel y Hugo Yasky.

Los motivos de las acciones de fuerza, como lo informaron la mayoría de los medios de prensa, “son el pedido de un aumento salarial, con la demanda de un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, mejores condiciones laborales, la oposición al pluriempleo que se requiere debido a las actuales condiciones salariales, su oposición a la quinta hora en escuelas primarias, reclamó la construcción de aulas y escuelas necesarias, y exigió la universalización del Servicio Alimentario Escolar y la creación de cargos faltantes en educación, y se oponen a propuestas de privatización” ( La Nación, 2/10). Ni más ni menos que la defensa de la educación pública.

Kicillof y Massa: blandos con Insaurralde, duros contra la docencia

El gobernador Axel Kicillof salió a declarar que el paro era ilegal porque, según el Ministerio de Trabajo bonaerense, no había registrada ninguna medida de fuerza en ese organismo, una absoluta falsedad, del ministerio y del gobernador. Tan falso que denuncian compañeres de muchos distritos que los funcionarios del Ministerio de Trabajo se niegan a recibir las notas de convocatoria, que en esos casos fueron ingresadas on line.

Kicillof desencadenó una persecución de parte de sus funcionarios contra los huelguistas y anunció que los días serían considerados injustificados, es decir, resolvió desconocer el derecho de huelga. De esta forma, Kicillof aplica por adelantado la propuesta que Massa dijo en el debate que implementaría en un hipotético gobierno: presentismo docente, para eliminar por los descuentos el derecho de huelga. Ni más ni menos, el “ítem aula” de Juntos por el Cambio en Mendoza. Justamente, “el radicalismo mendocino ironizó por el anuncio debido a las críticas dirigidas hacia el gobierno provincial por la aplicación del polémico ítem” (MDZ, 2/10). Massa hasta fue criticado incluso por el secretario general celeste de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc), Juan Monserrat, quien declaró que con su iniciativa “buscan castigar al docente que usa sus derechos” (Cadena 3, 2/10).

El presentismo de Massa y el desconocimiento del derecho de huelga de Kicillof son una gota de agua con la amenaza de Bullrich de convertir a la educación en un “servicio esencial”, es decir, sin derecho a parar, y transformar a las escuelas públicas en lugares sin derechos, como ocurre en las escuelas privadas, el planteo de Milei.

Mientras prepotean a las maestras, Kicillof declaró que no sabía que Insaurralde se había ido de juerga diez días a Marbella, ni que en una sola de esas diez jornadas se había patinado 150 mil dólares. También se expresó así, livianamente, el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, al enterarse sobre el escándalo Insaurralde, declaró “acá lo que estamos diciendo es que hay una gran cagada” ( Noticias Urbanas, 2/10).

¡Que bárbaro! ¡Para Perczyk esto es solo “un moco”, no la expresión a cielo abierto de un aparato de corrupción y complicidad con el delito dominado por los barones del conurbano, instalados en la jefatura de gabinete de Kicillof por Cristina Kirchner!

Exigimos que Kicillof abra los libros de la Jefatura de Gabinete provincial y de todo el gobierno bonaerense, que tiene una obscena doble vara.

Yasky y Baradel, agentes de la ofensiva antieducativa

La burocracia celeste de Suteba encabeza los aprietes contra el paro. Descalifica a las y los docentes, a quienes tilda de vagos.

La descalificación de la dirección de Suteba está muy expuesta en una extensa nota publicada por Tiempo Argentino (2/10), en la que la secretaria adjunta, María Laura Torre, señaló que no es un paro, sino que se “está convocando a no ir a la escuela, a faltar a la escuela”.

La burocracia se coloca a la derecha de Kicillof (que reconoce al paro al que cataloga de ilegal) y de Massa ( quien declaró que hay que acabar con la jodita de los paros), y pretende quitarle a la medida el contenido de clase que realmente tiene. Como la Celeste jamás convoca medidas de fuerza (en cuatro años de ajuste de Kicillof, cero paro), el 70% promedio de toda la docencia de la provincia de Buenos Aires que está ejerciendo su derecho de huelga, que lo ha hecho valer hasta bajo las peores dictadura militares, entonces las y los huelguistas son vagos que se hicieron la rata del laburo.

Esta actitud fue anunciada públicamente por Hugo Yasky en la conmemoración que realizó la burocracia a 50 años de la fundación de Ctera. En su discurso, Yasky destacó cuál era su horizonte: “Prepararnos –dijo- es también ser capaces de hablar con el compañero de la escuela cuando falta sin razón. El ausentismo es un problema que nosotros tenemos que resolver”. Horas después, Cristina hacía lo propio en su discurso en la Umet.

En la nota señalada de Tiempo Argentino, la misma que ataca a los docentes que luchan, llenó de elogios a las propuestas antieducativas de Massa.

Claramente, la experiencia en curso demuestra una vez más la necesidad de unir la lucha por los justos reclamos a la tarea de recuperar de manos de la burocracia nuestros sindicatos.

¡Viva el valiente plan de lucha de los Sutebas Multicolores contra el actual ajuste, que nos prepara también para enfrentar la avanzada antieducativa de Bullrich y Milei!

https://prensaobrera.com/educacion/massa-y-bullrich-unidos-por-el-ataque-a-la-docencia