El proceso de no renovación del contrato de la empresa Bactssa en Terminal 5 ha abierto nuevas incertidumbres respecto a las condiciones de la continuidad laboral del conjunto del personal –efectivo y tercerizado- de la misma y del futuro del Puerto de Buenos Aires.

El Acta Acuerdo suscripta por AGP, APM Terminal y Terminales Río de la Plata (TRP), el 16 de octubre –recién difundida ahora-, da cuenta de un compromiso de absorción del personal de la empresa en retirada por parte de las dos restantes, según el anhelo del gobierno de Alberto Fernández, que visualiza un puerto con dos operadoras.

La misma acta afirma entre sus propósitos “mantener en condiciones operativas la Terminal 5”, lo que en principio descartaría un cierre de la misma, aunque no se expresa bajo que modalidad convivirán ambas empresas que ahora se comprometen a absorber la totalidad del personal de Bactssa –aunque continuando con la diferenciación entre efectivos y tercerizados- y que hace algunos meses se sacaban los ojos por el control del Puerto de Buenos Aires.

Una posibilidad sería la conformación de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre APM y TRP hasta que se de vencimiento de las concesiones (mayo del 2022) y salga el nuevo pliego. Otra versión podría implicar un reparto de las terminales y barcos de cara a la renovación de las licitaciones, que satisfaga los apetitos de expansión de APM (Maersk) y le garantice parte del negocio a TRP u otra empresa.

Lo que si el gobierno ha descartado, mostrando su carácter privatistas, es asumir la operatoria portuaria desde el Estado, en un proceso de recuperación de los puertos y la industria naval y portuaria, como plantea la Naranja.

Está claro que cualquiera sea el escenario los trabajadores portuarios debemos ser parte de las discusiones al respecto y controlar todo el proceso, para poder bregar por la continuidad de nuestros derechos.

La recisión el contrato con Bactssa (y las tercerizadas) da derecho al cobro de una indemnización, con la posterior absorción de las empresas y el respeto de la antigüedad de cada trabajador y las tareas que realiza. También se deben respetar las clausulas más beneficiosas, ya que muchos de los ítems de nuestros salarios dependen de acuerdos por empresa, por arriba del convenio colectivo.

Este proceso debe servir para regularizar la situación de más de un tercio de los portuarios que se encuentran bajo la modalidad de trabajadores discontinuos y en empresas tercerizadas, los que deben ser integrados a la planta de las empresas absorbentes.

El pasado 11 de diciembre, las organizaciones sindicales nucleadas en la Fempinra (federación portuaria) y el Supa (estibadores) tomaron conocimiento oficial del acta y se avinieron a la conformación de una mesa de trabajo para discutir estas cuestiones. La misma no puede darse a espaldas de los trabajadores, sino que debe ser integrada por paritarios electos en asambleas y con mandato, para trasladar allí las preocupaciones y reclamos del conjunto de los trabajadores, e informar los avances.

Organicemos a la base de los trabajadores para enfrentar cualquier tipo de amenaza a los puestos y condiciones de trabajo. La Terminal 5 no se toca.