El jueves vence el plazo judicial que le otorgaron a los trabajadores del Bauen para llegar a un acuerdo con la sociedad anómina que figura como dueña del inmueble. En caso de que no haya acuerdo, la  jueza María Paula Hualde avanzaría con el desalojo.

Los trabajadores gestionan el hotel desde 2003. Lo ocupan desde su quiebra fraudulenta por parte del grupo propietario Iurcovich, que construyó el hotel con créditos del ex Banco de Desarrollo otorgados en tiempos de la dictadura y jamás devueltos.

En diciembre de 2016, Macri vetó una ley de expropiación votada en el Congreso con el cínico argumento de que la expropiación sería “muy onerosa”, esto mientras concede todo tipo de exenciones impositivas al gran capital y el 20% del presupuesto nacional se destina al pago de intereses de la deuda. Claramente, el motivo del veto fue político, Macri es un enemigo de las gestiones obreras. Las fábricas ceramistas recuperadas atraviesan una gravísima situación como consecuencia de la política económica que él ha implementado. Por eso, van el jueves 4 a una jornada de lucha.

Cabe señalar que el Frente para la Victoria recién habilitó el tratamiento del proyecto de expropiación en la última sesión de Diputados realizada durante su gobierno, el 26 de noviembre de 2015. Tras la media sanción, el proyecto durmió el sueño de los justos en el Senado –de amplia mayoría del FpV–, hasta que fue sancionado en noviembre de 2016.

Los trabajadores durante todos estos años de gestión obrera invirtieron parte de su trabajo en sostener la propiedad; invirtieron en el hotel. La posición del Partido Obrero es que el hotel debería expropiarse, de manera definitiva, de forma no onerosa, y entregado a la cooperativa. 

Las medidas de lucha que resuelva el colectivo de trabajadores del Bauen deberán ser acompañados por convocatorias de los sindicatos. Vamos a apoyar en todos los planos cualquier propuesta de los trabajadores

Abajo el desalojo del Bauen.