A través de la intervención del Pami, el gobierno de Milei acaba de resolver la anulación de la cobertura del 100% en la totalidad de los medicamentos que contaban con este beneficio, lo que constituye una negación de derechos adquiridos y un ataque directo a las condiciones de vida y de salud de millones de afiliados.

La mencionada resolución establece que quienes necesitan imperiosamente contar con el beneficio del 100% deberán acreditar condición de pobreza mediante una larga serie de requisitos que tendrán que realizar en forma online o sacando turnos también por esa vía. Esto plantea que hasta tanto no se obtenga la “aprobación” de esta condición de pobreza habrá que pagar entre un 40 y un 60% de su valor de lista, medicamentos que tenían cobertura completa.

La inhumanidad de esta medida salta a la vista por varias razones:

1.- La mayoría de los adultos mayores tiene muchas dificultades en el manejo de las herramientas de internet y la complejidad del trámite ahora requerido dará como resultado que dicha operación se realice sin garantía alguna de que la solicitud sea aceptada.

2.- El propio requisito de acreditar pobreza obligará a millones de beneficiarios a tener que humillarse para reclamar por un beneficio que les corresponde y que se les quiere arrebatar.

3.- Viola un derecho adquirido y ahora una abrumadora mayoría tendrá una reducción de sus miserables haberes ya que deberá destinar parte de los mismos para la compra de estos medicamentos, y lo más probable es que muchos no puedan hacerlo y abandonarán sus tratamientos.

4.- Las graves consecuencias directas e indirectas en la salud de millones de beneficiarios son enormes y pueden conducir a una crisis humanitaria. Si a esto le sumamos el vaciamiento de la salud pública el panorama se agrava aún más. Prácticamente una situación sin salida.

Eliminar la cobertura de los medicamentos es un robo liso y llano

Durante 30, 40 o más años los jubilados hemos pagado los medicamentos con creces y por adelantado, aportando el 3% de nuestros ingresos cada mes como lo hacen hoy los trabajadores activos y también seguimos aportando hoy con el descuento en nuestros haberes para Pami, con lo cual deberíamos tener cubiertos además de los remedios una atención de salud de excelencia.

Esto no es así porque los distintos gobiernos han mantenido intervenidas ilegalmente la caja del Pami utilizado discrecionalmente los recursos multimillonarios aportados durante décadas -y que constituyen el quinto presupuesto del país-, para financiar a los gobiernos y sus partidos,y para negocios multimillonarios con los laboratorios y los pulpos de la salud.

El ataque inhumano de Milei contra los jubilados se da pocos días después que la CGT anunciara que no hará paros contra el gobierno. Este anuncio se hizo a cambio de que Milei garantizara en el Congreso los “privilegios de casta” de los gordos de la burocracia sindical. Así, los legisladores de LLA hicieron caer un proyecto de los radicales que planteaba impedir la reelección indefinida de los burócratas y los aportes compulsivos de los trabajadores a las cajas sindicales manejadas por los gordos.

Frente a este cuadro de ataques a la población trabajadora, el peronismo llama a no “hacer olas”, a “no patalear” según dijera Máximo Kirchner y, si aún quedaran dudas, la propia CFK reprendió a sus militantes que en un acto de campaña coreaban “Milei basura vos sos la dictadura” diciéndoles que Milei es un presidente de la democracia.

Lo cierto es que los cánticos tienen razón, Milei encarna la dictadura del capital sobre los trabajadores, pulverizando salarios, haberes jubilatorios, condiciones de trabajo, generando decenas de miles de despidos, situaciones todas que configuran un cuadro de catástrofe social prácticamente sin precedentes.

El reparto de la renta nacional entre los capitalistas y los trabajadores evidencia una colosal transferencia de recursos en beneficio de un puñado de capitalistas que festejan semejante robo histórico garantizado por las tropas de Bullrich. Este y no otro, es el contenido de la democracia de Milei que CFK reivindica.

Pero nada de esto frena la lucha de las y los jubilados y de otros sectores populares y trabajadores. Frente a los anuncios criminales del gobierno, el repudio se extiende, dándole continuidad a las marchas y rondas en las plazas de todo el país. Nuevas camadas de jubiladas y jubilados se volcarán a la lucha contra la brutalidad de las medidas que pretende imponer la intervención del Pami. Surge poderoso el reclamo por la gratuidad de los medicamentos, la restitución de las prestaciones de salud sin las limitaciones actuales, la expulsión de la intervención de nuestra obra social y la elección directa de sus autoridades por los propios afiliados.

Las y los jubilados venimos haciendo punta y seguiremos haciéndolo, en una lucha que sin duda tiene que ser colectiva unificando en un torrente común todas las luchas, sin depositar un gramo de confianza en las corrientes patronales que dejan pasar estos ataques y los vetos de Milei.

Para terminar con el plan de guerra del gobierno de Milei y los gobernadores y todos sus cómplices, hay que avanzar en organizar el repudio popular en asambleas y plenarios en camino hacia la huelga g,eneral que se tendrá que abrir paso desde abajo barriendo el dique de contención de la burocracia, tal como lo venimos impulsando las y los jubilados y demás sectores en lucha.

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