Las primeras 48 horas de paro del plan de lucha votado en el último congreso de UnTER han sido contundentes. Con una adhesión superior al 98% y movilizaciones en todas las ciudades de Río Negro, la docencia rionegrina se mantiene firme en su decisión de defender sus condiciones de vida y rechazar el ajuste de Carreras.

Las protestas callejeras fueron compartidas con las y los trabajadores de salud nucleados en ASSPUR que, al igual que la docencia, rechazan el 24% en cuotas. Los pliegos de reivindicaciones de las y los trabajadores de salud y educación coinciden en exigir aumentos al básico, que en el caso de maestra de grado apenas supera los $7.000 y el de una enfermera $6.800. La composición del 70% del salario son sumas no remunerativas y montos fijos, lo que plantea la exigencia de blanqueo salarial y superar la línea de pobreza como prioridad.

El rol del Frente Sindical de contención de las luchas fue pasado por encima por las y los hospitalarios y la docencia, luego de la suba de precios y la inflación que demuestran la inviabilidad de un acuerdo firmado a la baja. La conducción de ATE, que impulsó y festejó la semana pasada el acuerdo a la baja y su bono de $15.000 por única vez, han sido obligados por la presión de las bases a realizar protestas callejeras esta semana pero dosificando en cuotas los reclamos, saliendo solo un día por cada sector de la repartición pública y no como una lucha de conjunto.

La respuesta del gobierno fue confirmar los descuentos de los días de paro contra la docencia, que ya en paritaria había dejado expresado. La pretensión de Carreras es coaccionar e intimidar a quienes han rechazado la paritaria de salarios por debajo de la línea de pobreza, para frenar cualquier intento de lucha generalizada del conjunto de los estatales y de la clase trabajadora rionegrina en general.

El gobierno apuesta a que el conflicto finalice los próximos días, apelando al desguace con los descuentos, el aislamiento y las maniobras. En esa línea, el ministro Rodrigo Buteler, ante la masividad de la protestas anticipó que: “Estamos pensando revisar (el acuerdo salarial) en función de lo que viene y en función de la inflación que no da tregua y que todos los meses nos da un indicador distinto que nos quita cierta previsibilidad” (Diario Río Negro). Es decir, busca elevar el porcentaje de aumento pero estirando los meses del acuerdo paritario, continuando así el ajuste salarial.

La huelga docente ingresa en momentos decisivos. Por ello, es importante el debate colectivo, la profundización de las medidas y la unidad con sectores estatales y de salud para imponer a la gobernadora Carreras las reivindicaciones urgentes y necesarias de las y los trabajadores de salud y educación.

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