Río Negro es un polvorín. Se están profundizando las tendencias a la lucha en todos los ámbitos de los trabajadores estatales, pero también en el sector privado. La semana previa a las elecciones se produjeron cortes de rutas, movilizaciones y multitudinarias concentraciones protagonizadas por docentes, hospitalarios, desocupados, y trabajadores de la avícola Pollolin, que vienen cobrando a cuentagotas sus salarios.

El rechazo a la política de ajuste, y el hartazgo por la falta de respuestas a los numerosos reclamos, se pudo visualizar en la elección a gobernador. De la expectativa de superar el 53% de su antecesora Arabela Carreras, y pretender ganar con una abrumadora mayoría, Weretilneck apenas logró un 41,62%, incluso a pesar haber establecido alianzas con colectoras del kirchnerismo y del radicalismo. De ser la mayoría absoluta, el oficialismo pasó a convertirse en la primera minoría; una derrota en su intento de plebiscitar la acción de gobierno, que ha quedado deslegitimada.

Esta semana se desarrollan paros de docentes y hospitalarios, con cortes de ruta en toda la provincia y movilizaciones en casi todas las localidades. Los puntos más altos de la lucha en nivel de acatamiento y actividades ocurren donde dirigen conducciones de oposición y donde el sindicato independiente Asspur (de las y los trabajadores de salud) se ha consolidado. También se desarrollan actividades culturales, charlas, clases públicas, recitales, etc, en apoyo a la lucha docente, donde se han podido conformar agrupamientos de autoconvocados y el activismo se ha podido organizar ante la pasividad de la burocracia Azul-Arancibia.

Carreras ha planteado, en el contexto del Foro del Llao Llao, encuentro de las patronales y los especuladores, que no devolverá los días de paro y que son innegociables los descuentos. Esta bravuconada tiene como objetivo amedrentar a los que luchan y aplicar el presentismo, mediante una implementación virtual. Además, es para conformar listas negras de huelguistas y limitar el derecho a la protesta. Profundizando su ataque contra los trabajadores, hizo lo mismo con los afiliados de ATE. La respuesta fue un paro de solo 24 horas. La tibieza de la burocracia de ATE ante semejante antecedente contra el derecho a la protesta obedece a su función como contenedora de un enojo cada vez más creciente en las bases estatales. La inflación puso en cuestión sus acuerdos de pobreza firmados junto a Upcn.

Desde Tribuna Docente planteamos que se hace necesario continuar reclamando a las centrales sindicales, y a Ctera, ausentes o cumpliendo un rol testimonial, un apoyo concreto llamando al paro provincial y nacional respectivamente, y a que rompan sus acuerdos con los gobiernos ajustadores. Profundizar la lucha si no hay respuestas a los reclamos. Debemos unir las luchas y ampliarlas a otros sectores, y, a su vez, profundizar el debate colectivo con plenarios virtuales abiertos y la convocatoria a un congreso provincial de delegados de escuelas con mandato, para superar a la burocracia que viene boicoteando los paros, desinformando y asustando a la docencia con falsedades de todo tipo. La tarea es enorme. Hay que derrotar los ataques a las condiciones de vida mediante la inflación, provocada por los gobiernos para licuar y desvalorizar salarios, amenazas, aprietes antisindicales entre otros. Es momento de redoblar los esfuerzos y la voluntad de lucha, ante una inflación que crece día a día y un ajuste que reclaman los tenedores de bonos del Plan Castello y el FMI.