Luego de que sus 38 diputados rechazaron el tratamiento de nuestro proyecto de resolución para que se testee al 100 % de los trabajadores de salud y se pase a planta a los casi 2.000 trabajadores precarizados, el gobernador salteño, Gustavo Sáenz, anunció, este miércoles 2 por la noche, que se va a equiparar el ingreso de los precarizados con los de planta permanente. En algunos casos esto significa duplicar los ingresos de bolsillo aunque seguirán con la modalidad de contratados sin estabilidad.

Nada se dijo del testeo y seguimiento del estado de salud de los trabajadores y profesionales de los hospitales. Sin embargo, este es el asunto clave para evitar un colapso del sistema sanitario que, según reconoce el propio gobierno, llegaría primero por la falta de personal especializado.

Los 38 diputados que votaron en contra del tratamiento de mi proyecto (una mayoría agravada que el gobernador, que viene del macrismo, integró con la cooptación de unos 10 diputados que habían sido electos por el Frente de Todos) actuaron en línea con la política de Sáenz que, hasta ahora, realizó una ínfima cantidad de testeos y sostuvo y multiplicó los contratos precarios en el sector salud. Es el caso de los enfermeros contratados por el hospital de Orán, con ingresos menores al salario mínimo legal. Si lo comparamos con Jujuy, solo se ha testeado a un salteño por cada tres jujeños que pasaron por el análisis. Es decir que fue una política deliberada para no presentar el verdadero alcance de la enfermedad en la provincia. Lo mismo ocurrió con la caracterización de la llamada “circulación comunitaria”, que recién se reconoció para la capital un mes después de que especialistas e incluso gerentes de hospitales, anunciaran que ese era el nivel de circulación del virus.

Es evidente que lo que motivó este recule parcial de Sáenz fue una suerte de rebelión en las redes sociales en donde se multiplicaron espontáneos escraches de todo tipo a los diputados oficialistas que empezaron a expresar arrepentimiento público. No es la primera vez que ocurre, ya que hace 4 meses, Sáenz tuvo que recular en pocas horas luego de haber anunciado, esta vez él mismo, un descuento de salarios compulsivo a los empleados públicos, en nombre de la pandemia.

La contradicción de fondo que está planteada en la provincia ha quedado expuesta en esta crisis que le provocamos al oficialismo en diputados.

Sáenz encabeza un gobierno que cuenta con el apoyo de la totalidad de las facciones capitalistas, al menos en el propósito de procesar un ajuste contra los trabajadores y colocar los recursos del Estado en función de un rescate al capital. De allí que todos los bloques, excepto el nuestro (la votación fue 57 a 1), dieron un cheque en blanco para un nuevo hipotecamiento y la renegociación de la deuda provincial en dólares, que es el resultado de un fraude monumental con el que el banco Macro y muchos de los burgueses locales fueron beneficiados. Esta política de ajuste antiobrero va acompañada de una política represiva contra los despedidos de la minería o contra las centenares de familias sin techo que protagonizan asentamientos.

El recule del gobierno se explica, sobre todo, por el temor a la rebelión popular, porque no ha logrado disolver la organización de la combativa docencia autoconvocada que impuso un aumento por encima de la media nacional y porque su régimen político arrastra la hipoteca de los 24 años de gobierno del régimen oligárquico de Romero y Urtubey, del que es puro continuismo.

La iniciativa de los trabajadores es la clave para enfrentar la pandemia y el ajuste capitalista

Es claro que para los trabajadores de la salud esta crisis ha abierto una oportunidad para imponer su reivindicación histórica del pase a planta permanente de todos. Si hay plata para equiparar ingresos debe haber pase a planta. Los militantes del Partido Obrero nos ponemos a disposición para ayudar a organizar esta batalla.

El camino es el que han marcado los mineros, que mediante huelgas en todas las empresas impusieron protocolos obreros con test PCR de subida y de bajada, lo que ha limitado decisivamente los contagios. Lo hicieron a partir de la iniciativa de los activistas o de los cuerpos de delegados independientes.

Nuestra bancada ha servido y servirá para colocar el pliego de la clase obrera contra el estado capitalista, para presentar un programa obrero de salida a la catástrofe social y sanitaria, para impulsar una acción y organización independiente de los trabajadores. Vamos por ello.