Después de varios años sin asamblea y con una nueva directiva que acaba de ser electa, se convocó una asamblea numerosa que consideró la situación de la Obra Social, OSPA, que acumula una importante deuda y se requirió a la anterior directiva que presente los balances que no han sido presentados desde 2016. Por este incumplimiento se pidió además la expulsión del ex Secretario General, Martín Olivera.

En cuanto al mandato para la paritaria que dará comienzo en breve, han fijado el pliego de un 80% de aumento salarial que equipararía los salarios con los del ingenio Ledesma.

La patronal avanzó severamente sobre el salario en los últimos años en los que, luego de imponer cerca de doscientos despidos del sector más combativo, protagonista de enormes luchas, impuso el llamado turno relevante. Un obrero calificado no llega a $60.000 al mes con 15 años de antigüedad, muy lejos de los $90.000 de la canasta de pobreza y menos de la mitad de la canasta familiar completa.

Como en el ingenio Ledesma y antes en el San Isidro, se agotó el ciclo de las direcciones vinculadas con la CTA que pusieron sus expectativas en el arbitraje en favor de los trabajadores por parte del kirchnerismo, lo que terminó siendo un factor de desmoralización y desorganización con la llegada del macrismo al poder. En ese marco las patronales levantaron cabeza e impusieron severas derrotas, despidos, retrocesos en el salario, cambios flexibilizadores en el régimen laboral e incremento de los sectores tercerizados para dividir la fuerza obrera.

La asamblea marca una nueva etapa y la voluntad de los trabajadores de poner fin al retroceso. A no dudar que la tarea es reconstruir la capacidad de lucha de este bastión de gloriosas batallas de la clase obrera salteña, desde cada sección, con la reconstrucción del cuerpo de delegados y un pliego elemental de reclamos.

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/marcha-federal-por-trabajo-y-salario-contra-el-hambre-y-la-pobreza