Sindicales

15/5/2021

Se reunió la Mesa Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista

Un programa de los trabajadores para enfrentar la pandemia y el pacto con el FMI

De manera virtual, tuvo lugar la primera reunión de la Mesa Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista, electa en el plenario del que participaron dos mil dirigentes y activistas sindicales, cuyas resoluciones serán publicadas en breve.

Esta dirección tiene el desafío de actuar en un nuevo escenario del movimiento obrero, en el marco de la agudización de la crisis nacional e internacional. Como resultado de esta primera reunión, la mesa desarrolló un importante debate que le permitió caracterizar la etapa y elaborar un programa expresado en una declaración.

Ajustes y la “segunda ola” de rebeliones

El punto de partida fue el grave impacto de la segunda ola de contagios con récord de contagios y de muertes en nuestro país, vinculada a una apertura indiscriminada de la actividad económica, a la consecuente saturación de sistema de salud y al aletargado plan de vacunación. En relación a esto se resolvió darle un mayor impulso a la campaña por la intervención del laboratorio mAbxience y el programa integral para enfrentar la pandemia.

Este desastre sanitario tiene lugar en combinación con un cuadro de ataque a los trabajadores y sus condiciones de vida, con la inflación en ascenso y paritarias a la baja, despidos, asistencia estatal nula e insuficiente (cierre de planes sociales, canasta alimentaria de baja calidad para los comedores, etc.) y el crecimiento de la pobreza.

Es la agenda del pacto con el FMI y del rescate de la deuda la que ordena la política económica y sanitaria del gobierno nacional.

La situación latinoamericana conmovida por la rebelión en Colombia, actualiza la continuidad de la “segunda ola” de rebeliones populares y deja planteada la necesidad y el acierto de una campaña por una segunda conferencia latinoamericana.

La similitud, en varios aspectos, de la realidad colombiana con la argentina, ha llamado la atención de varios analistas.
El fenómeno (cada vez más frecuente) de las auto convocatorias y luchas impulsadas por direcciones combativas, que desbordan los límites de la contención que establecen las direcciones sindicales integradas al pacto social con el gobierno, crean un clima de agitación y de deliberación en un movimiento obrero que se encuentra en un cuadro creciente de actividad e intervención. El movimiento piquetero independiente, es la avanzada de esta tendencia que se generaliza.

Algunas de estas expresiones son los trabajadores de la salud, con la auto convocatoria de Neuquén que conquistó el 53% y ahora pelea contra las sanciones y los descuentos; los docentes de Capital contra la presencialidad de Larreta y de la Provincia de Buenos Aires contra las “escuelas abiertas” de Kiciloff, encabezados por Ademys y los Sutebas multicolor; los choferes auto convocados de la UTA que, al igual que los docentes y otros sectores de trabajadores, reclaman ser vacunados y un salario básico de cien mil pesos; los vitivinícolas; y, por supuesto, el Sutna que quebró la serie paritarias a la baja, conquistando el 54% y la cláusula que garantiza un 5% por encima de la inflación real.

La reunión de la mesa constató la gran inserción de la CSC en este proceso  de luchas.

 

Burocracia, cada vez más cooptada

La integración de las direcciones sindicales burocráticas al Estado, mediante su adhesión al pacto social, ahora ha pegado un nuevo salto a partir de la integración en las listas del Frente de Todos de Baradel, Micheli e Isasi; es decir que abarca a todo el arco de las variantes de la CTAs y la centroizquierda.

También con la reciente integración de ATE en Santa Cruz directamente como funcionarios del gobierno de Alicia Kirchner: el proceso de la cooptación de la burocracia sindical continúa profundizándose.

El argumento político para justificar esta integración es la “amenaza” de la derecha y que una eventual derrota de los Fernández en la elección de medio término potenciaría las tendencias golpistas. De manera que, a pesar tratarse de un gobierno ajustador, correspondería defenderlo. Una versión actualizada del “Hay 2019”.

Cobra toda su importancia la consigna de la ruptura de las centrales con el gobierno; no de sus burocracias dirigentes, sino como un planteo dirigido a los trabajadores, que está asociado a la recuperación de las organizaciones obreras y de esas centrales, mediante la expulsión de la burocracia sindical.

Represión y desplazamientos políticos

Parte del debate giro en torno a la creciente criminalización de la protesta, bajo diversas formas. Desde la aplicación de sanciones a organizaciones – como la multa millonaria que el gobierno kirchnerista de Santa Cruz pretende imponerle a ADOSAC – el hostigamiento laboral a activistas – como la persecución a nuestra compañera Soledad Sosa, ex diputada nacional y referente del activismo judicial en Mendoza – o la judicialización – el caso emblemático es el de nuestro compañero Cesar Arakaki, junto a Ruiz y Romero, por enfrentar la reforma previsional macrista). La defensa de los luchadores y las organizaciones combativas es un aspecto central de la situación.

La ruptura y desplazamiento de sectores, una vez más, tiene su adelanto en el movimiento piquetero, donde un mayor número de agrupaciones confluye con el Frente de Lucha Piquetero (y en no pocos casos se suma directamente al Polo Obrero). Un fenómeno aún muy incipiente, se insinúa en las Juntas Internas de ATE Capital que, habiendo integrado listas con variantes de la burocracia, ocupan hoy una posición de lucha ante una nueva entrega de la paritaria.

A estos sectores hay que ofrecerles ante todo un campo de independencia política y la expresión de eso es el FITU. La campaña por el Congreso del Frente de Izquierda Unidad emerge por lo tanto como un planteo central para la etapa. Es un planteo que busca contribuir a una salida a la crisis a partir de las luchas e intereses obreros, involucrando a la vanguardia en una gran acción política del FITU. En esa campaña los referentes del movimiento de lucha deben jugar un papel central.

Se tomaron, además, numerosas resoluciones de apoyo a las luchas y conflictos actuales.

En síntesis, la reunión fue un promisorio debut de la flamante la Mesa Nacional de la CSC.