En el Senasa, los trabajadores ya están discutiendo el problema de los despidos en el organismo. Estamos ante el intento de profundizar un vaciamiento que lleva años. Esto se ve en las condiciones laborales (tanto en la falta de recursos como en la falta de personal), que contrastan con la recaudación millonaria del organismo, siendo después de la Afip el que más ingresos tiene.

Este año, la mayor parte de los ingresos de personal al organismo fue destinada a cubrir las barreras sanitarias del país, colapsadas por los brotes de gripe aviar que siguen teniendo focos hasta el día de hoy. Hace pocos días surgieron casos positivos en Catamarca, los cuales se suman al contagio de lobos marinos en la Patagonia; una bomba sanitaria que no se desactivó. La defensa de los trabajadores del Senasa también es la defensa de la salud del pueblo trabajador argentino.

En ese contexto, los futuros 600 despidos de monotributistas ultraprecarizados están relacionados al intento de ir hacia una reducción del gasto fiscal. Es que este grupo de trabajadores fue ingresado al organismo mediante contratos externos con las fundaciones de la Facultad de Ciencias Veterinarias de La Plata (Funvet) y con el Inta (ArgenInta). Junto a los contratos 1109/17 son los eslabones más débiles de la cadena laboral del gremio y la punta de lanza para avanzar con el armado de listas de arts 9.

Sumado a esto, el presidente electo Javier Milei anunció que va a desconocer los ingresos del año 2023, tanto los vinculados al artículo 9 como los que están en planta permanente. Habla de “cargos inventados”, ocultando, por un lado, que los que están en el artículo 9 son en su mayoría trabajadores que llevan años trabajando en modalidad de monotributistas, y, por el otro, que los ingresos a planta fueron mediante concursos internos que estuvieron frenados durante años y que se reabrieron gracias a la lucha de los trabajadores del Senasa. Finalmente, un sector de trabajadores veteranos, ante el miedo de que se implemente una nueva reforma previsional que termine de licuar sus haberes, está optando por jubilarse anticipadamente.

El anuncio de un paro nacional de 72 hs por parte de ATE Senasa fue respondido por el Ministerio de Trabajo de UxP con una conciliación obligatoria de 7 días. Rodolfo Aguiar y ATE Nacional la aceptaron, dejando la lucha para las vísperas de la asunción de Milei; esto, en sintonía con el acuerdo de gobernabilidad que pregonan las centrales sindicales. Más allá de las medidas que los trabajadores del Senasa tomemos, es evidente que el ataque excede a nuestros organismos y que podremos enfrentarlo como corresponde con un plan de lucha único. No podemos aceptar el planteamiento de ATE Nacional de fragmentar la resistencia sector por sector.

Los trabajadores no podemos esperar, ya hay que preparar el paro nacional con recorridas y asambleas en las distintas regionales. Abajo los despidos, pase a planta de los trabajadores, reapertura de la paritaria sectorial para discutir una recomposición salarial y mejores condiciones laborales, por un Senasa autónomo bajo control de sus trabajadores.

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