El pasado martes 30 de abril, Juan Carlos Schmid, secretario general adjunto de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) anunció que el lunes 6 de mayo sus sindicatos adheridos pararían toda la actividad de servicios aéreos, terrestres, marítimos y portuarios de todo el país de 9 a 11hs, horario durante el cual se realizarían asambleas para rechazar la restitución del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios.

El retroceso regresivo en la aplicación del impuesto fue votado en la Cámara de Diputados como parte de la negociación del gobierno de Milei con los gobernadores para conseguir el apoyo de sus legisladores a la Ley Ómnibus. El Impuesto a las Ganancias es coparticipable y una fuente de ingresos codiciada por los mandatarios provinciales.

De inmediato, durante la misma jornada del 1ro de Mayo, Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria y titular de la CATT, aclaró que no habría medidas de fuerza ni afectación del servicio durante dicha jornada, en referencia a la resolución adoptada el pasado 26 de abril por esa Confederación.

Sin embargo, una declaración del 2 del corriente, firmada por diez gremios integrantes de la CATT, menciona “realizar asambleas con interrupción de servicios en todas y cada una de las actividades representadas por las organizaciones nucleadas en esta Confederación”. Los firmantes son el propio Schmid, por Dragado y Balizamiento, la Federación de Camioneros, Subte, taxistas, aeronavegantes y Somu, Assim, Seamara y Viales.

Esta crisis se desata por la presión de la base de los trabajadores contra la política de la burocracia sindical y del peronismo de pactar con el gobierno de Milei y viabilizar el paquete de ajuste y la antiobrera Ley Omnibus. Existe en los compañeros que se reclaman peronistas de todos los gremios la certeza de que, luego del dietazo, los senadores van a aprobar la ley. Por eso, en la misma declaración, su primer punto plantea “exigir a los senadores el rechazo de la Ley Ómnibus”.

Esto plantea la exigencia a los delegados y comisiones internas de todos los gremios del transporte que el lunes se realicen efectivamente las asambleas con cese de tareas. Junto con el paro de aceiteros, el paro del Sutna del martes 7 y todas las acciones por convertir en activo el paro nacional del próximo miércoles 9. Esta medida del transporte debe preparar el terreno para la exigencia de una movilización extraordinaria de las centrales sindicales el día del tratamiento de la ley en el Senado para hacer caer su aprobación e iniciar un plan de lucha hasta la huelga general que derrote el ajuste de Milei y el FMI.

No está dicha la última palabra, luchemos para derrotar la reforma esclavista de la Ley Bases

Impulsemos una gran campaña por un paro activo frente al tratamiento en el Senado. –

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