Sindicales

18/6/2020

“Shoppers”: otro sector superexplotado por las apps de reparto

Encargados de hacer las compras en los locales, están sometidos a la exposición al coronavirus, precarizados y con ingresos que bajan hasta los $120 por turnos de 4 y hasta 8 horas.

Shopper. Integrante de la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR).

Como se viene desarrollando en Prensa Obrera, la situación de precariedad de los trabajadores de las plataformas de reparto se ha agravado, en un contexto en que con la pandemia de coronavirus se refuerza la crisis capitalista y el intento de descargarla sobre los trabajadores. Entre estos se encuentran no solo los repartidores sino también los llamados “shoppers”, que trabajan directamente para las patronales de apps (PedidosYa, Rappi), haciendo las compras en supermercados y farmacias para que luego los repartidores la entreguen a domicilio.


Los shoppers también fueron declarados trabajadores esenciales desde el primer día del confinamiento obligatorio, y también, como todos los trabajadores de apps, tienen un abanico de reclamos y derechos que no son garantizados.


PedidosYa


En el caso de Pedidos Ya existen dos formas de relación laboral.


La mayoría de los shoppers son monotributistas. Al igual que los repartidores, no cuentan con ingresos fijos, ART, cobertura médica, aportes, licencias, vacaciones, aguinaldo o aumentos salariales, y además deben hacerse cargo del pago de la cuota del monotributo.


El trabajo se realiza de lunes a sábados, con turnos de 4 u 8 horas, y los ingresos de estos shoppers son por pedido, percibiendo $60 por cada uno y $5 más a partir del producto 11 (pero esto es solo tiene en cuenta productos diferentes y no unidades del mismo producto). En consecuencia, las retribuciones varían, ya que según el barrio y la cadena de supermercado varía la demanda. Muchas veces solo hay dos o tres pedidos en el turno, de 4 o incluso de 8 horas, con lo que apenas se gana por el mismo $120 o $180 -sin contar que a ese número se le deben restar los viáticos hasta el lugar de trabajo, que suman utilizando un solo medio de transporte un mínimo de $36. Esas horas perdidas por la falta de demanda no son remuneradas: son trabajo gratuito.


Los pocos trabajadores en blanco de la app, que reciben un pago fijo están vinculados a Comercio. En este sector también han surgido graves problemas, como el reciente caso positivo de coronavirus de un shopper en blanco, que no llevó a ninguna medida sanitaria por parte de la empresa ni del Sindicato de Empleados de Comercio para el resto de sus compañeros, ni para los empleados de los supermercados y farmacias que este trabajador recorría durante su jornada laboral.



Rappi


Los shoppers de Rappi, por su parte, se encuentran en blanco pero tercerizados por distintas empresas. Adecco es una de las mayores tercerizadoras de shoppers, pero no es la única; muchas de las otras empresas solo ofrecen contratos temporales.


Estas empresas pagan un sueldo de solo $24.500 y un bono de $5.000, lo cual no solo es insuficiente sino que depende de un algoritmo establecido por la patronal. Ya que dicho bono, según la patronal, es un “premio a los méritos realizados y no es obligatorio”. El algoritmo depende principalmente del tiempo desde que el shopper recibe el pedido hasta que lo entrega al repartidor, dependiendo por ende del largo de la fila en caja y el tiempo que demore el cobro en caja. Por ende, el pago de los ya míseros $5.000 se ve sujeto al sistema de cobro y cantidad de cajeros contratados por los supermercados, además de que los protocolos de higiene necesarios para afrontar la pandemia hacen necesariamente más lento el trabajo.



Sin respuestas


Junto a los reclamos frente a esta situación de precariedad, aparece el de la implementación de un protocolo común para todos los shoppers y repartidores, habida cuenta de los elevados niveles de contagio en supermercados. No alcanza con poner a los contagiados en cuarentena: es necesario que haya testeos, cuarentena obligatoria y un compensatorio económico -para afrontar el confinamiento sin hambre- para todos los trabajadores de apps, tanto shoppers (en planta, monotributistas o tercerizados) como para los riders que hayan estado en locales o en contacto con usuarios o compañeros con coronavirus.


El gobierno hace oídos sordos a los reclamos de los trabajadores de reparto, que ya pararon tres veces en dos meses, y han mantenido varias audiencias en los ministerios, sin tener ningún cambio real en la vida laboral. Mientras tanto el sindicato de Comercio que debiera estar garantizando las condiciones de trabajo de todos los shoppers tampoco da respuestas ni se pone a la cabeza de la lucha.


Por todo esto y más, es necesaria la unión y organizacion entre lxs precarizados por las empresas de reparto; para que la patronal no siga acumulando ganancia a costa de la salud y la superexplotación de los trabajadores.


Este 22 tendrá lugar una nueva asamblea nacional de trabajadores de reparto, a la que llamamos a sumarse a todxs lxs shoppers para luchar por todos nuestros derechos: por un ingreso igual a la canasta familiar asegurado, para que nuestro salario no dependan del azar y arbitrariedades colocadas por la patronal; por un reconocimiento de la relación de dependencia por parte de las apps, que signifique garantías de cobertura médica, ART, licencias médicas y todos los derechos negados para los trabajadores de reparto.