El pasado 16 de enero, en una ceremonia realizada en el muelle de los pescadores del puerto marplatense, el ministro Martín Guzmán y la titular de la Anses Fernanda Raverta anunciaron con bombos y platillos una inversión millonaria para ampliar el espigón de pesca del puerto, inversión para la cual utilizarán dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), es decir dinero de los jubilados y los trabajadores.

Con fecha 18/11/2020 se publicó en Boletín Oficial la pomposamente denominada Ley de Defensa de los Activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, mediante la cual se crea el Fondo Fiduciario Público (FFP) que se conocerá como Fondo de Inversiones Estratégicas.

La constitución de “fondos fiduciarios” con los activos del FGS había sido ya propuesta por Luis Caputo, el ministro de Macri, que planteaba parcelar esos activos para diversas inversiones. Pero la rebelión obrera de las jornadas de diciembre 2017 enterró ese proyecto, que ahora lo retoma el gobierno nac&pop de los Fernández. Por eso los bloques del peronismo y el macrismo lo votaron juntos en el Congreso.

La ley transfiere 100.000 millones de pesos desde el FGS por 20 años para conformar el Fondo Fiduciario Público (FFP), cuyo comité ejecutivo estará conformado por los ministros de Economía y de Producción y dos diputados y dos senadores de los bloques mayoritarios en el Congreso (el zorro cuidando el gallinero). Según su fundamentación, el propósito del FFP es el de contribuir al “desarrollo armónico de la economía nacional” y así fue como el debut de este fondo se dio en el puerto de Mar del Plata.

En el acto en el puerto, además de los funcionarios, estuvieron presentes 50 empresarios del rubro pesquero. Raverta sostuvo que con esta inversión se ampliaría un 30% la capacidad operativa del mismo, que hoy concentra el 50% de la actividad pesquera nacional y que, de este modo, se crea un “círculo virtuoso” que generará fuentes de trabajo y el aporte de nuevos trabajadores para Anses. También prometió que con esta inversión se crearán 7.000 puestos directos de trabajo y 21.000 indirectos.

Pero resulta que en el mismo puerto de Mar del Plata funcionan las cooperativas truchas que procesan la pesca, donde miles trabajan en negro y bajo condiciones deplorables. Con blanquear a esos trabajadores se haría un aporte enorme a la Anses, sin necesidad de rematar sus activos a cambio. No hay nada de cierto en la afirmación de Raverta de que esta “inversión” beneficiará al sistema previsional. Por lo demás, la flota pesquera está decrépita y se ha convertido en una trampa mortal para sus trabajadores.

Si esta obra pública, modesta, es tan importante y necesaria para el desarrollo del país, los gobiernos nacional y de la provincia deberían destinar los recursos para realizarla. Pero usan la plata de los jubilados porque los presupuestos se destinan al pago de la deuda externa. Los capitales que lucran con estas inversiones fugan sus ganancias o las colocan fuera del sistema en la informalidad.

Es apenas un ejemplo del destino que el gobierno da a los fondos previsionales, mientras mantiene a millones de jubiladas y jubilados con haberes de indigencia. Mayor es todavía el negocio que hacen los especuladores internacionales con las colocaciones financieras del FGS.

En la agenda de lucha de los trabajadores activos y pasivos debemos colocar la derogación de esta infame ley 27.574. Debemos sacar todas las conclusiones del actual proceso político y social de nuestro país, y del actual gobierno que prometía revertir la situación de los jubilados; para oponer nuestra propia salida, que incluya la puesta de la Anses bajo control de los trabajadores. Como dijera Martín Fierro, no hay tiento que no se corte.

https://prensaobrera.com/politicas/la-desesperante-situacion-de-los-jubilados/

https://prensaobrera.com/sindicales/2020-perdieron-todos-los-jubilados-y-seguiran-perdiendo/